La UE advierte sobre los riesgos "inaceptables" de la geoingeniería
La Comisión Europea solicitó este miércoles celebrar un debate mundial sobre los peligros de la geoingeniería, afirmando que este tipo de intervenciones para mitigar el cambio climático plantean riesgos "inaceptables" y "consecuencias no deseadas".
El organismo ejecutivo de la Unión Europea comunicó que el despliegue de tecnologías como la modificación de la radiación solar (MRS) con el que se pretende enfriar la superficie de la Tierra para disminuir el impacto del calentamiento global, conlleva peligros potenciales si se realizan sin los conocimientos adecuados.
"Estas tecnologías introducen nuevos riesgos para las personas y los ecosistemas, mientras que también podrían aumentar los desequilibrios de poder entre las naciones, provocar conflictos y plantear una gran cantidad de problemas éticos, legales, de gobernanza y políticos", reza el documento, advirtiendo que no existen reglas para garantizar que tales técnicas se implementen de manera segura, y que cualquier esfuerzo serio debe involucrar a la UE y la ONU.
"Nadie debería hacer experimentos a solas con nuestro planeta compartido", declaró en rueda de prensa el responsable de Política Climática del bloque europeo, Frans Timmermans, quien pidió que cualquier experimento propuesto sea "discutido en el foro correcto, al más alto nivel internacional".
Tecnología polémica
La geoingeniería ha despertado un interés creciente a medida que los países no consiguen reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con la rapidez suficiente para frenar el cambio climático. Las técnicas consisten en eliminar directamente las emisiones de CO2 de la atmósfera.
No obstante, la modificación de la radiación solar ha despertado la polémica en la comunidad internacional. En un documento explicativo, la Comisión Europea observó que, en su estado actual de desarrollo, la MRS "representa un nivel de riesgo inaceptable para los seres humanos y el medio ambiente".
El multimillonario y filántropo estadounidense Bill Gates financió en 2021 un controvertido experimento para enfriar artificialmente el planeta, organizado por un equipo de científicos de la Universidad de Harvard, en el norte de Suecia. El ensayo consistía en verter a la atmósfera toneladas de polvo de carbonato de calcio no tóxico para bloquear los rayos solares.
Sin embargo, la iniciativa fue cancelada a causa de una férrea oposición por parte de los pueblos indígenas lapones que habitan la zona y ambientalistas suecos que advirtieron de las "consecuencias catastróficas" que podría tener el proyecto.