El Ministerio de Justicia francés ha expuesto la respuesta penal "rápida, firme y sistemática" que le espera a los instigadores de la violencia urbana que azota al país, durante las masivas protestas causadas por la muerte de un menor a manos de la Policía.
Durante una visita al Tribunal Judicial de Créteil, el secretario de Justicia, Éric Dupond-Moretti, llamó al orden a "todos aquellos que tienen la responsabilidad de garantizar la patria potestad" pero "no lo hacen".
"Los padres que no se interesen por sus hijos, que los dejan dando vueltas por la noche sabiendo adónde van, cuando tienen 13 o 14 años, pueden ser castigados con dos años de cárcel y una multa de 30.000 euros", declaró el ministro.
"Que se ocupen de sus hijos, no corresponde al Estado educar a los niños", subrayó.
Dupond-Moretti apoyó firmemente las declaraciones del presidente Emmanuel Macron de este sábado, en las que criticó el uso de las redes sociales por parte de los jóvenes, condenando que se organizaran "reuniones violentas" en Snapchat y TikTok: "Cuando invitas a amigos a ir a romper cosas, eso se llama potencialmente asociación delictiva", advirtió.
"La autoridad judicial puede, a petición, solicitar a los operadores que entreguen las direcciones IP, lo que nos permite obtener la identidad de quienes las utilizan (las redes) para decir cuándo, dónde y cómo van a infringir la ley", comentó, advirtiendo que, aunque la medida puede llevar algún tiempo, se aplicará.
Consecuencias de los disturbios
Los disturbios comenzaron este martes a unos cientos de metros del domicilio de la víctima, en Nanterre, y rápidamente se transformaron en enfrentamientos entre la Policía y manifestantes.
- Se produjeron actos de vandalismo en paradas de autobús, se incendiaron contenedores de basura en las carreteras, coches y mobiliario urbano, además de levantarse barricadas que posteriormente también fueron incendiadas. En la primera jornada, al menos 24 personas fueron detenidas por la Policía.
- En el segundo día de protestas los enfrentamientos se hicieron aún más violentos y se extendieron a varias ciudades, como Toulouse, Nantes, La Courneuve, Niza, Lille, entre otras.
- Se registraron grandes incendios y ataques contra comisarías y vehículos policiales. Así, los manifestantes en el departamento de Essonne incendiaron un autobús, provocando una interrupción de los servicios de transporte, e intentaron incluso irrumpir en una de las mayores prisiones de Francia, situada en el municipio de Fresnes, para sacar a algunos presos. Al menos 150 personas fueron detenidas.