Rudy Farias, un joven estadounidense de 25 años que desapareció hace ocho años en la ciudad de Houston (Texas), fue encontrado vivo este jueves, informan medios locales, que citan a las autoridades y a los familiares de la víctima.
Según explicó la madre, su hijo se encuentra actualmente en el hospital, después de que unos transeúntes alertaran a la Policía tras verlo en el exterior de una iglesia inconsciente, con cortes y contusiones por todo el cuerpo, y el pelo ensangrentado.
La mujer agregó que el joven se encuentra en "mal estado" mental y físico y asegura no quiere hablar, limitándose a decir unas pocas palabras y manteniéndose en posición fetal.
La última vez que se vio a Rudy fue cuando tenía 17 años, un día de 2015 que sacó a pasear a sus dos perros cerca de casa. Horas después, uno de los animales regresó solo al domicilio y el segundo lo hizo al día siguiente, pero el chico nunca volvió.
En el momento de su desaparición, sufría depresión, trastorno de estrés postraumático y ansiedad, a raíz de un accidente de tránsito en el que había perdido la vida su hermano mayor pocos años antes, explicó la familia a las autoridades.
"Es posible que esté desorientado al no haber estado tomando su medicación", comunicó en aquel momento la organización de búsqueda de personas Texas EquuSearch.
"¿Cómo ha ocurrido? Creemos en los milagros y esto ciertamente fue un milagro", dijo el director de la organización, Tim Miller. "Ni siquiera puedo decir cuántas veces buscamos y cuántas pistas llegaron y como que se desvanecieron y ahora, de repente, esto", agregó.
Miller admitió que la reaparición del joven está envuelta de incógnitas, si bien aclaró que las autoridades no contemplaban la posibilidad de que hubiera sido víctima de un crimen.
"Hay mucho que investigar para ver qué pasó, dónde pasó, cómo pasó", reconoció el jefe de Texas EquuSearch.