El Ejército de Taiwán llevó a cabo este lunes ejercicios con fuego real y armas de precisión en el condado de Pingtung, con el propósito de poner a prueba la capacidad de sus tropas, informan medios locales.
En los simulacros, denominados Sky Horse (Caballo del cielo), participaron tropas de cuatro brigadas del Ejército, así como de los mandos de Defensa de Hualien, de Instrucción de Infantería del Ejército y de la 99.ª Brigada de Marines. Durante los ejercicios, los soldados dispararon misiles antitanque TOW 2A contra objetivos en el mar, desde una zona de ejercicios costera en el municipio de Fangshan.
El comandante Huang Chieh-hung, instructor del Mando de Instrucción de Infantería del Ejército que estuvo a cargo de las maniobras, señaló que los soldados utilizaron dispositivos de puntería para aumentar la precisión de los misiles e indicó que alrededor del 70 % de los proyectiles alcanzaron los objetivos designados en el mar.
También detalló que disparar misiles desde un vehículo aumenta la movilidad y ayuda a los soldados a defenderse de los ataques enemigos al atacar eficazmente en una fase temprana.
"La mayoría de los ejercicios que llevamos a cabo hoy se realizaron con artillería real, porque el ejercicio de defensa tiene que ser similar al combate real, para que nuestro Ejército tenga confianza y capacidad para proteger nuestra patria", declaró el portavoz del Ministerio de Defensa de Taiwán, Sun Li-fang, citado por Reuters.
Asimismo, los militares realizaron un ejercicio con fuego real en el que participaron helicópteros y sistemas de cohetes Thunderbolt-2000 en otro campo de maniobras de Pingtung.
Los simulacros se produjeron en medio de la intensificación de los ejercicios militares de China cerca de Taiwán, después que el Departamento de Estado de EE.UU. aprobara el pasado jueves la posible venta de municiones y apoyo de suministros logísticos a la isla por un valor total de hasta 440 millones de dólares.
- Taiwán se autogobierna con una administración propia desde 1949, pero Pekín la considera como parte irrenunciable de su territorio y la mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a la isla como parte integral de la República Popular China.