Una iniciativa de donación ha logrado recaudar 1,56 millones de dólares para apoyar económicamente a la familia del agente de Policía que la semana pasada mató de un disparo a un joven descendiente de migrantes originarios de Argelia y Marruecos en un suburbio de París, desatando con ello una ola de disturbios en el país.
Más de 74.000 personas se unieron a la colecta de fondos lanzada el pasado jueves a través de la plataforma GoFundMe por el columnista Jean Messiha, exvocero del político ultraderechista Éric Zemmour, quien alegó que el uniformado se limitó a "hacer su trabajo" tras abrir fuego contra el joven Nahel, de 17 años, en una parada de tránsito en Nanterre, "y ahora está pagando un alto precio por ello".
La colecta ha causado indignación entre representantes de la izquierda francesa. Así, el ex primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, tachó la recogida de fondos de "recaudación de la vergüenza" y pidió su cierre. Mientras, la eurodiputada de izquierda Manon Aubry denunció que "el mensaje" que transmite dicha colecta es que "vale la pena matar a un joven árabe" y acusó al Gobierno del país de "hacer la vista gorda" ante esta iniciativa.
También han surgido dudas sobre la legalidad de la colecta, ya que, según los términos de la plataforma de micromecenazgo, se elimina cualquier recaudación de fondos destinados para la defensa legal de un delito violento. No obstante, la plataforma Tech&Co indicó que esa colecta "cumple" con las condiciones de uso ya que los fondos "se pagarán directamente a la familia", reseña BFMTV.
Inicialmente, la colecta fue creada en la plataforma francesa de 'crowdfunding' Leetchi antes de ser eliminada pocas horas después. En el mismo sitio, se lanzó otro espacio en apoyo a la familia de Nahel, que a la hora de redactar la nota, cuenta con poco más 413.000 dólares, que fueron recolectados por más de 19.800 donantes.
Asesinato del joven
El pasado martes, el joven conducía un Mercedes por un carril para autobuses, infringiendo las normas de tráfico. Cuando la Policía se percató de que circulaba un infractor, intentó detenerlo en un cruce con las sirenas y las luces encendidas. Sin embargo, Nahel no accedió a las exigencias de la Policía y siguió conduciendo, poniendo en peligro la vida de un peatón y de un ciclista. Finalmente, el joven no logró escapar de los oficiales, que lo alcanzaron en un embotellamiento.
Según el fiscal Pascal Prache, los dos policías sacaron sus armas, se acercaron al coche y exigieron al joven que apagara el motor. Sin embargo, Nahel intentó alejarse del lugar, momento en que uno de los agentes le disparó a corta distancia a través de la ventanilla del carro. La bala, que atravesó el brazo izquierdo y el pecho del joven, resultó letal.
El policía fue detenido y está siendo investigado por homicidio voluntario por parte de un funcionario público.
El asesinato del joven desató una ola de protestas contra la violencia policial y el racismo sistémico existente entre las fuerzas del orden.
Pese a que estas acusaciones se convirtieron en uno de los motivos de los disturbios, la madre del menor fallecido pidió no cuestionar todo el sistema policial. "No culpo a la Policía. Solo estoy enfadada con una persona: el hombre que mató a mi hijo. [...] No es el sistema, es un hombre", afirmó. La mujer pidió que la Justicia sea "realmente firme" contra el agente, que fue detenido el mismo día del homicidio y que ahora se encuentra en prisión preventiva.