El Consejo de Ministros de Alemania aprobó este miércoles el proyecto presupuestario para 2024, que implica recortes de fondos en todas las áreas salvo en la defensa.
El proyecto aprobado recorta el presupuesto para el próximo año en 30.600 millones de euros (unos 33.300 millones de dólares), afectando a los departamentos de infraestructura, sanidad y prestaciones parentales, que tendrán que renunciar a la financiación de algunos de sus programas. La medida ha provocado fricciones dentro de la coalición gobernante conformada por el Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz, los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP).
Para el 2024, Berlín prevé una nueva deuda de 16.600 millones de euros (unos 18.000 millones de dólares), respetando el límite de endeudamiento del 0,35 % del PIB. Según el Ministerio Federal de Finanzas, el gasto total en 2024 aún estaría un 25 % por encima del nivel anterior a la crisis de 2019.
El ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, defendió el proyecto de presupuesto y pidió una "vuelta a la normalidad en términos de política financiera". "Ahora estamos poniendo fin al modo de crisis de las finanzas estatales expansivas", dijo Lindner, que pretende evitar que se suban los impuestos.
"Hoy decidimos un proyecto de presupuesto que reconoce las realidades de la política financiera", dijo, explicando que "a diferencia del pasado las diferentes ideas políticas no pueden encubrirse usando más y más dinero".
Según Lindner, el presupuesto es "solo el comienzo de los esfuerzos de consolidación" que será una "tarea permanente" en los próximos años, e insistió en restaurar el freno de la deuda.
En este sentido, nombró tres prioridades centrales de su política presupuestaria: la seguridad "en una nueva realidad geopolítica", las "oportunidades futuras" de los jóvenes, y las inversiones en tecnología y energía respetuosas con el clima.
Reestructuración de la economía
Asimismo, Scholz se pronunció en el Bundestag sobre el presupuesto de 2024 y nombró la seguridad como el enfoque principal de la planificación, refiriéndose al apoyo integral a Ucrania. Como segunda prioridad señaló que Alemania debe seguir siendo "un país industrial moderno" con una reestructuración de la economía hacia la neutralidad climática. En tercer lugar, el canciller habló de asegurar "la cohesión" de la sociedad.
Con la nueva política de austeridad, se espera que el Ministerio de Salud enfrente un recorte de un tercio en su presupuesto, lo que ha intensificado las disputas dentro del Gobierno.