Los diputados de Brasil aprobaron este jueves la reforma del complejo e injusto sistema tributario que rige en el país suramericano, en una histórica votación tras casi 30 años de discusiones.
Aunque no es lo suficientemente ambicioso que muchos querrían, el texto recibió el visto bueno del oficialismo e incluso de buena parte de la oposición bolsonarista. Ahora deberá someterse a votación en el Senado, para lo cual todavía no hay fecha.
Brasil tiene uno de los sistemas impositivos más complicados, caros e injustos del mundo, adoptado en la década de los 60, en plena dictadura militar.
Se apoya más en el consumo que en la renta y el patrimonio, con lo que perjudica a los más pobres y beneficia a los más ricos. Además, cuenta con un infinidad de excepciones, por ejemplo, la que exime de pagar impuestos a los dividendos.
El texto aprobado este jueves busca simplificar los impuestos que gravan el consumo para las empresas y a los brasileños, para facilitar el crecimiento económico del país. Entre otras cosas, contempla simplificar el esquema de pago, unificando cinco impuestos federales y de los estados en dos IVA.
Además, se crea una cesta básica nacional de alimentos que no pagarán impuestos.
El Ministerio de Hacienda sostiene que la reforma puede impulsar un crecimiento adicional para el PIB del 12 % en 15 años, ya que reducirá mucho los costes para las empresas.
Esta es, sin embargo, la primera parte de la reforma. La tributación de la renta y del patrimonio será objeto de una segunda etapa de la modificaciones que será discutida en el segundo semestre.