China reacciona a la decisión de la Casa Blanca de suministrar bombas de racimo a Kiev
El suministro "irresponsable" de municiones de racimo al régimen de Kiev por parte de Washington puede provocar problemas humanitarios en la zona de su uso, declaró este lunes la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, en una conferencia de prensa.
Al ser preguntada por un reportero de la agencia TASS sobre la decisión de la Administración del presidente de EE.UU., Joe Biden, de suministrar este tipo de armas a las tropas ucranianas, la funcionaria respondió que no se debe echar gasolina al fuego en el conflicto ucraniano.
"China ha observado que la correspondiente decisión de EE.UU. ha causado una amplia preocupación en la comunidad internacional. Muchos países han expresado explícitamente su oposición a esto. La entrega irresponsable de municiones de racimo podría causar fácilmente problemas humanitarios", afirmó.
El pasado viernes, la Casa Blanca anunció un nuevo paquete de asistencia militar a Kiev que incluirá este tipo de arma. Biden afirmó que fue una decisión "muy difícil" pero necesaria. Mientras tanto, una serie de países, como España, Canadá, Alemania y Austria, expresaron su rechazo al envío de esos proyectiles a Kiev, alertando el peligro que suponen para la población civil.
Por su parte, desde Moscú señalaron que se trata de "un gesto de desesperación y una muestra de impotencia", así como una nueva manifestación de la agresiva política antirrusa de Washington. Según la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, la decisión de EE.UU. no es más que "un intento cínico de prolongar la agonía de las actuales autoridades ucranianas sin tener en cuenta las víctimas civiles".
- Las municiones de racimo, que se usaron por primera vez durante la Segunda Guerra Mundial, pueden emplearse en cohetes, bombas, misiles y proyectiles de artillería. Una vez lanzadas, se abren en pleno vuelo, esparciendo muchas minibombas sobre una amplia zona.
- Los críticos argumentan que, al dispersarse, estas submuniciones pueden mutilar y matar a civiles, a lo que se une el riesgo asociado a los proyectiles sin estallar, que representan un peligro durante años.
- Debido a la incidencia letal de estas armas en la población civil, 123 países adoptaron en 2008 una convención que prohíbe el uso de las bombas de racimo. Cabe destacar que 111 naciones son parte del convenio, mientras que solo 12 son firmantes.