Un grupo de bombarderos estratégicos estadounidenses B-1B Lancer, junto con su personal técnico, aterrizó este lunes en la base aérea de Misawa en el norte de la isla japonesa de Honshu, anunció la Fuerza Aérea de EE.UU.
Estos aviones se encuentran asignados a la base de Dyess, en Texas. Portando la mayor carga útil convencional de armas guiadas y no guiadas en el inventario de la Fuerza Aérea estadounidense, los B-1 son la columna vertebral del contingente de bombarderos de largo alcance del país.
El 2 de julio, un grupo de cazas furtivos F-22 de quinta generación desplegado en Alaska llegó a la base aérea de Kadena, en la prefectura de Okinawa. El despliegue de estos cazas polivalentes está vinculado con el ejercicio Northern Edge 2023-2, que comenzó ese día y se extenderá hasta el 21 del mismo mes.
Además, cuatro cazabombarderos de quinta generación F-35, también asignados a una base en Alaska, aterrizaron el 4 de julio en la base de Kadena para una misión de entrenamiento de combate simulado sobre la región del Indo-Pacífico.