Vasijas y osamentas: el milenario hallazgo en Ecuador que revela detalles de una migración
Al menos 128 osamentas, vasijas, así como artefactos de piedra y obsidiana (roca volcánica) fueron hallados en la parroquia rural de Llano Chico, al noreste de Quito, la capital de Ecuador.
Se estima que estos restos datan de hace 2.000 años, lo que corresponde a un período denominado Desarrollo Regional, puesto que los objetos estaban localizados a unos 80 centímetros bajo la superficie del suelo.
Sobre las piezas se encontró una capa de ceniza asociada a una erupción del volcán Pichincha, ocurrida hace más de 1.900 años, detalló Quito Informa, la agencia de noticias del Distrito Metropolitano.
El hallazgo e inventario de estos bienes, por parte del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), se llevó a cabo durante tres años. La institución intervino 57 contextos arqueológicos, que incluyeron alrededor de 20 tumbas donde permanecían osamentas de niños y adultos (hombres y mujeres), cuya edad máxima se estableció, de acuerdo con los estudios, en 40 años.
Encontraron que, conforme a la tradición funeraria de la época prehispánica, junto a las personas se enterraban como ofrenda los artefactos que utilizaban en vida. Por ello, además de las osamentas, se recuperaron miles de fragmentos cerámicos.
Los investigadores manejan la hipótesis de que se trató de una población que migró desde la costa ecuatoriana a esta zona de la sierra, con el fin de explotar las fuentes de obsidiana de los alrededores.
Alimentación
Con los análisis científicos hechos a estos restos, se pudo determinar que la base alimenticia de estos pobladores eran el maíz, papa, yuca y la carne de venado, conejos y cuyes (conejillo de indias).
"Son sociedades agrícolas que complementan su alimentación con la caza, principalmente de venados", dijo Andrés Mosquera, arqueólogo de la Dirección de Investigación y Diseño de Proyectos del IMP.
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