La ONU advierte riesgo de la "privatización de facto" del agua en Uruguay y el gobierno responde

La cancillería sostiene que el informe divulgado por Naciones Unidas, que considera "alarmante" el nivel de salinidad del agua, "tiene inexactitudes".

La severa crisis hídrica que sufre desde hace meses Uruguay ha vuelto a salir de sus fronteras, esta vez por un informe de Organización de las Naciones Unidas (ONU) que sostiene que la calidad del agua "ha disminuido llegando a niveles alarmantes de salinidad en su composición".

En el texto, que fue publicado el jueves, la ONU también consideró que la recomendación del gobierno de Luis Alberto Lacalle Pou de beber agua embotellada, supone "un riesgo de privatización de facto del agua para el consumo humano".

La reacción del gobierno no se hizo esperar. La cancillería publicó en un comunicado en el que expone las "inexactitudes" del informe.

El 60 % de la población afectada

En medio de la peor crisis hídrica en más de 70 años, la prolongada falta de lluvias y la abrupta caída de las reservas para el suministro potable, las autoridades uruguayas se vieron obligadas a recurrir al estuario del Río de la Plata para mezclar su agua con la poca que queda almacenada.

La mezcla da como resultado un líquido con elevados niveles de sodio y cloruro, muy preocupante para la población, que ha salido a las calles a protestar por el derecho acceder al agua de calidad.

"El 60 % de la población de Uruguay enfrenta un problema con el agua potable. Los niños y adolescentes, las mujeres embarazadas y las personas que padecen enfermedades crónicas, al igual que otros grupos vulnerables, son los más afectados" por su baja calidad, señala el informe.

"Las autoridades sanitarias uruguayas han reconocido el riesgo y han pedido a la población que compre agua embotellada para beber", agrega el texto.

No obstante, la ONU cuestiona que el gobierno haya recomendando "reducir el consumo de agua en los hogares", pero que no haya hecho lo mismo con "los consumidores a gran escala, incluidas las industrias que utilizan agua para su producción".

"El agua sigue siendo bebible"

En su respuesta, el gobierno de Lacalle Pou explicó que el aumento de la salinidad del agua tiene el visto bueno de las autoridades sanitarias y académicas, con lo que puede seguir siendo consumida por la mayor parte de la población.

En esa línea, aseguró que se han tomado una serie de medidas para que los más vulnerables accedan al agua embotellada.

"El Gobierno nunca recomendó reducir el consumo humano de agua, sino su disminución en actividades no esenciales con el propósito de asegurar una mejor calidad de agua por un tiempo más prolongado", dice el comunicado.

Además, alega que el Ejecutivo "actuó en forma preventiva" y "garantizó a los sectores más vulnerables la compra del doble del promedio diario que se consume de agua por persona" en el país.

Las lluvias registradas en los últimos días han dado un respiro a la situación. La represa de Paso Severino, que abastece al área metropolitana de Montevideo, donde residen 1,8 millones de los 3,5 millones de uruguayos, aumentó sus reservas, después de haber caído a mínimos históricos.