El embajador de Rusia en EE.UU., Anatoli Antónov, respondió este lunes a los llamados que hizo la Casa Blanca a Moscú para que se reincorpore al acuerdo de granos, y reprochó a Washington por no facilitar el funcionamiento de esa iniciativa y convertirla en una fuente de enriquecimiento para empresas agrarias.
"Voy a ser claro: Washington no hizo nada para eliminar los desequilibrios en el funcionamiento de los acuerdos agrícolas. Entre tanto, convirtió la Iniciativa del mar Negro, diseñada inicialmente con fines humanitarios, en un proyecto comercial para enriquecer a las compañías agrícolas occidentales. Durante casi un año, la producción agrícola fue llevada no a los países necesitados, sino mayoritariamente a los Estados bien alimentados", aseveró el jefe de la misión diplomática rusa.
En ese contexto, resaltó que la decisión de Moscú de no prorrogar su participación en el acuerdo de granos es "absolutamente acorde a las realidades imperantes". Asimismo, instó a la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, a "dejar de tomarle el pelo al resto del mundo".
Antónov ratificó que Moscú estará dispuesto a reconsiderar su vuelta al convenio "solo cuando estemos convencidos, no con palabras sino con hechos, de la viabilidad y eficacia del paquete de acuerdos" alcanzados en la ciudad turca de Estambul en julio de 2022.
EE.UU. "justifica los actos terroristas" de Kiev
Por otra parte, el embajador repudió las declaraciones del secretario de Estado, Antony Blinken, sobre el ataque de Kiev contra el puente de Crimea, según las cuales es Ucrania la que decide cómo lleva a cabo sus acciones militares en el conflicto.
Antónov aseveró que "no es la primera vez" que la Casa Blanca "justifica los actos terroristas de Kiev contra ciudadanos e instalaciones rusas". La cobertura de Washington con respecto a los radicales ucranianos "nos permite hablar con seguridad de la implicación de Estados Unidos en los crímenes de Kiev", sintetizó.
Washington "cae cada vez más bajo"
El embajador ruso comentó los planes de Washington de no reponer sus propias reservas de municiones de racimo tras los suministros de proyectiles de ese tipo a Ucrania.
"Esta postura ilustra de la mejor forma posible la verdadera actitud de EE.UU. en lo que corresponde a Ucrania. Washington quiere utilizar a ese país para deshacerse de su armamento antiguo, convirtiendo parte de la antaño rica y fértil URSS en un cementerio en el que sería sencillamente imposible vivir. En ese territorio quedarán submuniciones estadounidenses sin explotar, así como montañas de metal calcinado de los tanques alemanes Leopard y otros blindados occidentales", indicó.
El alto diplomático afirmó que con el envío de bombas de racimo Washington "cae cada vez más bajo" en cuanto al cumplimiento de "principios elementales" de moral.