Mientras los países del hemisferio norte enfrentan altas temperaturas, el mundo necesita prepararse para olas de calor cada vez más intensas, ha advertido este martes la ONU.
Actualmente, el sur de Europa hace frente a la ola de calor extremo Cerbero, mientras se prepara para la llegada de otro anticiclón procedente del norte de África, Caronte.
"Estos fenómenos seguirán aumentando en intensidad, y el mundo necesita preparase para olas de calor más intensas", afirmó John Nairn, asesor principal sobre calor extremo en la Organización Meteorológica Mundial de la ONU. "Esta tendencia no muestra signos de disminuir", agregó.
El experto advirtió que el fenómeno de el Niño aumentaría aún más "la ocurrencia y la intensidad de los eventos de calor extremo" y alertó sobre los riesgos crecientes para la salud.
En este sentido, mencionó que el aumento de las temperaturas nocturnas "son especialmente peligrosas […] porque el organismo es incapaz de recuperarse del calor sostenido", lo que podría derivar en un mayor riesgo de infarto y muerte.
"Aunque la mayor parte de atención se centra en las temperaturas máximas diurnas, son las temperaturas nocturnas las que entrañan mayores riesgos para la salud, especialmente para las poblaciones vulnerables", aseguró Nairm.
El asesor precisó que esta situación no corresponde a "fenómenos meteorológicos normales del pasado" y destacó que es consecuencia del cambio climático.
"Los impactos en la población, economías y entornos naturales son muy serios, un estudio reciente ha calculado que el verano pasado en Europa murieron 60.000 personas más debido al calor extremo", agregó el especialista.
Asimismo, desde la Organización Meteorológica Mundial señalan que el mes de julio refleja un calor "extremo y peligroso", mientras que el mes de junio fue el mes "más caluroso jamás registrado".