La Fuerza Aérea ucraniana requerirá años de entrenamiento y financiación para igualar las capacidades bélicas de Rusia en materia de aviación, admitió este martes el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de EE.UU., general Mark Milley.
En una rueda de prensa que siguió a la reunión virtual del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, Milley precisó que el Ejército ruso dispone de "cientos de aviones de cuarta y quinta generación", por lo cual "si ellos [los ucranianos] intentan igualar a los rusos uno a uno, o incluso llegar a dos a uno", necesitarán "un gran número de aviones" y "años" para entrenar a los pilotos, "hacer el mantenimiento y el sostenimiento" y "generar el grado de apoyo financiero" indispensable para poder realizarlo, teniendo en cuenta que 10 cazas F-16 valen 2.000 millones de dólares. "Estamos hablando de muchos más miles de millones de dólares de los que ya han sido asignados", dijo.
Por ello, la forma "más eficiente y rentable" de resolver ese problema, dijo, es centrarse en la defensa aérea, protegiendo a sus fuerzas de asalto "del apoyo aéreo cercano ruso". Aseguró que las Fuerzas Armadas ucranianas son capaces de hacerlo, dado que desde el inicio del conflicto y hasta el momento se le han suministrado sistemas de defensa aérea.
Milley, no obstante, apuntó que el "verdadero" problema está en tierra y radica en los campos de minas, que causan el mayor número de bajas y ralentizan la contraofensiva comenzada hace más de cinco semanas. Es por eso que la coalición occidental le está proporcionado a Kiev sistemas de desminado MICLIC y torpedos Bangalore, "para seguir abriéndose camino a través de los campos de minas".
"Así que la clave es centrarse en la defensa antiaérea […], en la artillería, tanto de largo como de corto alcance, y luego incorporar a los ingenieros y el equipo de desactivación de minas. Ese es el tipo de material que necesitan. Eso es lo que quieren. Eso es lo que piden", concluyó.
"Luz verde" para los F-16
Desde el inicio del operativo ruso en Ucrania, Kiev ha pedido a sus aliados occidentales que le suministren aviones de combate avanzados, como los F-16, de fabricación estadounidense. Si bien Washington se mostró inicialmente reacio a enviar esos cazas o a permitir que otros países los reexporten, el presidente Joe Biden cambió de opinión y ya el pasado mes de mayo dijo a los líderes del G7 que apoyaría el entrenamiento de pilotos ucranianos en el manejo de esas aeronaves de combate, abriendo de esa manera la posibilidad de su futuro suministro a Kiev.
El pasado domingo, el asesor de la Casa Blanca para la Seguridad Nacional, Jake Sullivan, confirmó que el mandatario "dio luz verde" a otros países para capacitar a los ucranianos. "Permitiremos, apoyaremos, facilitaremos y, de hecho, proporcionaremos las herramientas necesarias para que los ucranianos comiencen a ser entrenados en aviones tipo F-16, tan pronto como los europeos estén preparados", dijo en declaraciones al programa 'State of the Union', de la cadena CNN.