Si la contraofensiva ucraniana fracasa para el próximo invierno, es probable que se intensifique la presión no solo en Ucrania, sino también por parte de las capitales occidentales, para ceder territorios, informó The Telegraph este martes.
El contraataque planeado desde hace mucho por Ucrania se ha enfrentado a varios desafíos, ya que las tropas rusas se mantienen bien protegidas, sometiendo al Gobierno de Vladímir Zelenski cada vez a una mayor presión para comprometer sus reservas, sostiene el director de la Unidad de Defensa y Seguridad (DSU, por sus siglas en inglés) del Instituto para el Estudio de la Sociedad Civil en Reino Unido Civitas, Robert Clark, en un artículo del medio.
"Es increíblemente difícil para los ucranianos", manifestó el exmilitar inglés y alegó que Kiev carece de equipamiento aéreo avanzado para proteger sus fuerzas terrestres, mientras sigue esperando la mitad de la asistencia militar prometida a principios de este año por Occidente.
Además, señala que el factor "tiempo" no favorece al país, ya que en unos meses llegará el invierno y esto solo le dará a Rusia más espacio para fortalecer aún más sus defensas, como lo hizo el invierno pasado.
Clark asevera que este agotador esfuerzo iba a llevar "más tiempo del que el público internacional, a veces impaciente, estaba dispuesto a esperar". A medida que esta "fatiga de guerra" empieza a hacer estragos, los políticos occidentales comienzan a preocuparse por los presupuestos internos antes de los próximos comicios, especialmente EE.UU. y Reino Unido, y la atención política será desviada a esa cuestión.
- El presidente de República Checa, Petr Pavel, declaró recientemente que el apoyo de Occidente a Kiev disminuirá y que tiene cada vez menos tiempo para cumplir los objetivos de su contraofensiva, cuyos resultados serán la base de las negociaciones con Rusia.
- Por otro lado, a inicios de julio se reportó que algunos aliados de EE.UU. en la OTAN están preocupados por cuánto tiempo y a qué coste tendrán que seguir apoyando a Ucrania.