Esta semana, la suspensión del acuerdo sobre cereales volvió a poner sobre la mesa el problema de la seguridad de los barcos que transportan grano por el mar Negro, ya que no todos los países parecen estar dispuestos a ayudar a las embarcaciones a entrar en los puertos ucranianos.
Este miércoles, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció que, a partir del 20 de julio, los buques que naveguen por el mar Negro —región que, según recalcó el Kremlin, Kiev utiliza "con fines militares"— cuyo destino sean puertos ucranianos se considerarán potenciales portadores de carga militar. Según el organismo, en esos casos, se estimará que los países de bandera de dichas embarcaciones participan en el conflicto del lado del régimen de Kiev.
En este contexto, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, pidió a la ONU y a Turquía que reactiven el pacto, pero sin Rusia.
Si bien no ha hecho comentarios oficiales al respecto, Turquía, por su parte, parece no apoyar la iniciativa de Zelenski. De acuerdo con un funcionario turco citado por Bloomberg es poco probable que las autoridades del país acepten la propuesta ucraniana de prorrogar el pacto sin Rusia y proteger los buques que transportan productos agrícolas en el mar Negro, porque "sería un movimiento muy arriesgado" para Ankara.
Según la agencia, "el país no pondría en peligro sus embarcaciones" para ayudar a Kiev, y en su lugar se centrará en la reanudación del acuerdo con la participación de Moscú.
"Nos aseguraremos de que tengan con qué defenderse"
Paralelamente, desde Washington afirmaron que EE.UU. no tiene previsto ayudar a los buques a entrar en los puertos ucranianos ni proporcionarle a Kiev embarcaciones. Así lo afirmó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en respuesta a la pregunta de un periodista sobre el acuerdo de granos y la advertencia del Ministerio de Defensa ruso.
En palabras de la vocera, Washington "seguirá apoyando los esfuerzos de Ucrania para llevar el grano ucraniano a los mercados". Asimismo, proporcionará un paquete de ayuda de 250 millones de dólares junto con semillas, fertilizantes y asistencia para el almacenamiento y procesamiento de las cosechas.
No obstante, cuando se le preguntó cómo planeaba EE.UU. "apuntalar las capacidades navales [de Ucrania]", se limitó a prometer "asegurarse de que tengan lo que necesitan para defenderse".
Los comentarios de Jean-Pierre siguieron a los del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, quien a principios de esta semana había descartado el uso de medios militares estadounidenses para proteger los envíos de cereales que entran y salen de los puertos ucranianos.
¿Qué piensa la Unión Europea?
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, declaró el jueves que el bloque comunitario se verá obligado a aumentar las importaciones de grano de Ucrania por tierra tras la suspensión del acuerdo sobre cereales, que permitía el uso de una ruta marítima.
"Si se cierra la ruta marítima, tendremos que aumentar la capacidad de exportación de grano ucraniano a través de nuestros puertos, lo que supone un mayor esfuerzo para los vecinos ucranianos. Tendrán que contribuir más, abriendo las fronteras y facilitando el transporte para sacar el grano de Ucrania de los puertos del mar Negro. Esto exigirá un mayor compromiso de los Estados miembros", expresó el jefe de la diplomacia europea.
Las declaraciones de Borrell tienen lugar en medio del creciente descontento entre cinco países de la UE ante la perspectiva de abrir pronto sus fronteras a las importaciones de productos agrícolas ucranianos. Se trata de Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, que en abril prohibieron unilateralmente las importaciones de cereales y otros productos agrícolas ucranianos, considerando que los envíos desestabilizaron sus mercados nacionales.
Sin embargo, posteriormente levantaron esas medidas a cambio de que la Comisión Europea tomara la decisión de imponer hasta el 15 de septiembre un embargo a cuatro productos alimenticios procedentes de Ucrania: trigo, maíz, colza y semillas de girasol.
"Debemos reabrir la frontera [con Ucrania para productos cerealistas] en menos de dos meses, según la decisión de la Comisión Europea, el 15 de septiembre. Quiero dejar claro, aquí desde el Ministerio de Agricultura de la República de Polonia, que no abriremos esta frontera. O la Comisión Europea acepta elaborar [...] una normativa que amplíe esta prohibición o lo haremos nosotros mismos", advirtió esta semana el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
La suspensión del acuerdo de granos
El acuerdo de granos expiró el 17 de julio. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, que decidió no prorrogar el pacto, explicó el lunes que su negativa se debe al incumplimiento de las obligaciones estipuladas en el documento y a la discordancia de la iniciativa con los fines planteados.
El Kremlin también condenó lo que describió como "atentado terrorista" de aviones no tripulados ucranianos contra el puente de Crimea, que el lunes mató a una pareja en su vehículo e hirió gravemente a su hija. Sin embargo, Moscú negó que fuera un factor en la decisión de salir del acuerdo sobre cereales.
Desde Moscú, por su parte, revelaron que el país ofrece sustituir gratuitamente los suministros de cereales procedentes de Ucrania a los países necesitados tras retirarse del acuerdo de granos y abordarán los suministros directamente con África que "menos recibió del acuerdo".