Paleontólogos argentinos identificaron rastros de dinosaurios saurópodos, unas enormes criaturas herbívoras y cuadrúpedas, incluyendo piel y garras, en rocas del Cretácico superior de hace 95 millones de años en la provincia de Río Negro, informó este miércoles el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
"Un equipo de científicos y científicas del Conicet reveló recientemente el hallazgo de huellas de dinosaurios saurópodos con marcas de la piel del costado y de la planta de los pies de estos animales, incluyendo, en un caso, marcas de garras", reza el comunicado del instituto de ciencias.
Las huellas de dinosaurios, de 30 a 75 cm de largo y de 20 a 30 cm de profundidad, fueron halladas en 2020, durante una expedición paleontológica a la localidad fosilífera conocida como La Buitrera, pero los estudios posteriores tuvieron que ser interrumpidos por la pandemia de covid-19 y reanudados en 2022.
Se indica que las huellas fueron descubiertas "en corte", lo que significa que un derrumbe o la erosión de la roca permite identificarlas desde un lateral.
Al reanudar el estudio en terreno el año pasado, los investigadores notaron que algunas pisadas tenían marcas, posiblemente de escamas, y en un caso detectaron rastros de garras curvas y alargadas.
Si bien no pudieron identificar a qué especie de saurópodo corresponde el hallazgo de La Buitrera, los investigadores barajan dos opciones: titanosaurio y rebaquisaurio. Los saurópodos forman parte del grupo de animales terrestres más grandes que han habitado la Tierra.
"Entendemos que se trata de saurópodos por la forma cilíndrica de las pisadas, así como por las marcas que dejó la garra en una de las huellas, ya que se trata de garras que se encuentran unidas y no separadas en dedos", comentó Sebastián Apesteguía, investigador del Conicet y primer autor del estudio publicado en Cretaceous Research.
Asimismo, para los especialistas que llevaron adelante la investigación es llamativo que las huellas se hayan conservado tan bien y creen que el momento de demarcación coincidió con una etapa húmeda en la historia del desierto Kokorkom, donde se encuentra la formación fosilífera de La Buitrera.