La ciudad de Nueva York repartirá octavillas a los migrantes de la frontera entre EE.UU. y México para disuadirles de llegar a la ciudad y se planteen ir a otro lugar, según lo anunció este miércoles el alcalde Eric Adams en rueda de prensa.
El folleto, que está escrito en inglés y en español, explica que desde abril de 2022 la urbe ha acogido a más de 90.000 inmigrantes, por lo que no existen garantías de que puedan proveer de albergue y de servicios a aquellas nuevas personas que lleguen.
En la explicación se detalla que la vivienda en la ciudad de Nueva York "es muy cara" y los costos de alimentos, transportes y otras necesidades son los más altos del país norteamericano. "Por favor, considere ir a otra ciudad cuando tome la decisión de dónde establecerse en los EE.UU.", concluye la nota.
"Combatir la desinformación"
Adams argumentó que el objetivo de esta medida es "combatir la desinformación" en la frontera sur e informar a los solicitantes de asilo de que la urbe no puede continuar brindando el nivel de servicios que ha estado ofreciendo a los recién llegados en los últimos meses.
"La ciudad de Nueva York ha hecho más que cualquier otro nivel de gobierno para abordar esta crisis nacional", declaró el alcalde, detallando que esto servirá para que durante los próximos dos meses puedan aumentar los servicios de asistencia social de los más de 54.800 solicitantes de asilo que todavía están bajo su cuidado.
Por otro lado, comentó que en las próximas semanas los solicitantes de asilo adultos recibirán un aviso de 60 días, tiempo durante el que deberán encontrar una vivienda alternativa, pues, de lo contrario, deberán volver a solicitar una nueva ubicación en el centro de llegada. Según explica el funcionario, esta medida creará un espacio "muy necesario" para todas las familias con niños que necesitan refugio.
En los últimos meses, miles de inmigrantes han llegado a la ciudad de Nueva York en autobuses enviados por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, que ha tratado de transferir así la carga del flujo migratorio a los estados gobernados por el Partido Demócrata, informa Reuters.