Un gay afirma que lo encarcelaron en Turquía sin motivos
Un turista sudafricano, con ciudadanía portuguesa, fue arrestado por supuestamente 'parecer gay' en Estambul (Turquía), donde vivió 18 días en condiciones precarias, entre agresiones y amenazas, antes de ser deportado a Portugal, informa UOL.
Miguel Álvaro Pereira, de 34 años, que trabaja como profesor de matemáticas en una escuela internacional en Sao Paulo (Brasil), se dirigía al barrio turístico de Balat para almorzar con un amigo el 25 de junio, cuando vio una barricada policial que bloqueaba el flujo de peatones. Sin entender lo que pasaba, se acercó a un policía para preguntar cómo llegar al barrio, pero fue detenido y agredido físicamente, según relató el hombre a través de un video en redes sociales.
Alrededor de ocho policías lo rodearon y golpearon, incluso tirándolo contra una camioneta. El suceso ocurrió en un lugar cercano a la plaza Taksim, donde usualmente se llevan a cabo celebraciones del Orgullo LGBT.
Férias de português transformam-se em filme de terror na Turquia: Miguel Álvaro Pereira, de 34 anos, esteve quase 20 dias preso em condições subhumanas na Turquia. A razão? Simplesmente estava na rua a 25 de Junho, dia da (tentativa) de Marcha do Orgulho… https://t.co/s3gOfLAlzhpic.twitter.com/TfJM1Ooqk1
— dezanove.pt (@dezanovept) July 19, 2023
Traslado a prisión
"Fue la peor experiencia de mi vida", dijo el hombre, citado por el medio, que asegura que todo el calvario lo vivió junto con un ciudadano iraní y un ruso. Una vez dentro del vehículo, en el que fue trasladado a una comisaría en Estambul para declarar, preguntó la razón de su arresto y solo después de cinco horas le informaron que el desfile por el Día del Orgullo —prohibido en el país— se llevaba a cabo al final de la calle y que como parecía gay pensaron que participaría en el evento. No obstante, Pereira, a pesar de ser homosexual, según el medio, no tenía conocimiento del desfile.
Al día siguiente de su detención, el lunes 26 de junio, sin haber dormido, lo encarcelaron junto a delincuentes que estaban dispersos por el suelo. Después de unas horas se encontraba nuevamente esposado en una camioneta y fue llevado a la localidad turca de Tuzla, donde lo encerraron en un cuarto, en el que había heces en las sábanas y orina por todos lados. Además, afirmó no haber recibido comida y agua durante todo ese tiempo.
Alrededor de la medianoche del lunes, lo subieron a otra camioneta y fue trasladado a una cárcel en la ciudad de Sanliurfa, ubicada cerca de la frontera con Siria. Se detalla que fue un viaje de 17 horas sin comida ni agua y sin permiso para ir al baño, y apenas en la tarde del martes le dieron un pequeño vaso de agua.
En Sanliurfa compartió habitación con unas 30 personas, que presuntamente eran narcotraficantes, drogadictos y delincuentes, pero un par de horas después lo llevaron a una celda junto con los compañeros extranjeros. En el sitio, Pereira y sus amigos —asegura— recibieron amenazas de agresión física, violación y hasta de muerte por parte de presos de una celda contigua. Así, durante el tiempo que estuvo allí, casi no durmió por temor a las amenazas.
Momento de la liberación
Finalmente, el 13 de julio, el turista fue deportado a Portugal y se le prohibió la entrada a Turquía durante tres años. Recalca que durante su detención la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y una organización que lucha por los derechos de la comunidad LGBT en Estambul buscaron abogados para defenderlo. Además, esta última ayudó a pagar su vuelo a Portugal, así como de su amigo ruso.
"Mi recomendación para cualquier gay, o cualquiera en realidad, es que no vaya a Turquía […]. No tienen ningún respeto por los derechos humanos", manifestó Pereira.