Un grupo de científicos de la Universidad Nacional de Australia ha descubierto evidencia que sugiere que el curry pudo haber sido introducido en el sudeste asiático hace 2.000 años.
Los investigadores recuperaron 717 gránulos de almidón de 12 antiguas herramientas de molienda de piedra encontradas en el sitio arqueológico de Óc Eo, en el sur de Vietnam. Tras su análisis, encontraron rastros de arroz, cúrcuma, jengibre, fingerroot ('Boesenbergia rotunda'), jengibre de arena, galanga, clavo, nuez moscada y canela.
"La preservación de los restos de plantas en Óc Eo es excepcional", comentó Hsiao-chun Hung, arqueóloga de la Universidad Nacional de Australia, sugiriendo que probablemente el clima húmedo del sur de Vietnam ayudó a proteger los restos de la degradación.
El descubrimiento, publicado en la revista Science Advances, plantea que hace miles de años los visitantes de la India e Indonesia pudieron haber llevado sus tradiciones culinarias a la región, que era clave en el comercio global de especias a través del contacto comercial temprano con el océano Índico.
"Dado que estas especias se originaron en varios lugares diferentes, está claro que las personas realizaban viajes de larga distancia con fines comerciales", explicó Wang Weiwei, autora principal del estudio.
Muchos de los gránulos también mostraban signos de deformación, lo que indica que se habían dañado durante la molienda y se parecían a las partículas de almidón que se encuentran en el polvo de curry moderno.
Los gránulos de almidón de la cúrcuma y el jengibre fueron los más abundantes de las ocho especias descubiertas en el sitio.
Según Hung, se cree que el sitio de Óc Eo fue una importante ciudad portuaria en el antiguo reino de Funan, que data del siglo I al VII d. C.
La evidencia arqueológica sugiere que el curry se originó en la India hace más de 4.000 años, donde se han encontrado rastros de especias, berenjena y mango adheridos a dientes humanos y en ollas.