La mancha de crudo causada por el derrame en la Sonda de Campeche, en el golfo de México, abarcaba el pasado 12 de julio una superficie de 467 kilómetros cuadrados, según expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que analizaron el evento a través de imágenes de radar.
Asimismo, estimaron que se desplazaba en dirección este-noreste y que, eventualmente, recalará en las costas de los estados mexicanos de Veracruz o Tamaulipas o en EE.UU.
El pasado lunes, un grupo de organizaciones ambientalistas, entre ellas Greenpeace, dieron la voz de alarma por un derrame de crudo, que, según imágenes por satélite interpretadas por el geógrafo Guillermo Tamburini, era de, aproximadamente, 400 kilómetros cuadrados. En un comentario a El País, el especialista señaló el martes que "para esta fecha [la mancha] podría extenderse a 1.000 kilómetros cuadrados".
Los colectivos, además, indicaron que el incidente se produjo unos días después en la misma zona donde el pasado 7 de julio se registró el incendio en la plataforma de gas Nohoch-Alfa de Petróleos Mexicanos (Pemex), que se saldó con dos muertos, ocho heridos y un trabajador desaparecido.
Los cálculos de la extensión del vertido fueron refutados por Pemex, que tachó de "mala fe" las estimaciones hechas a partir de las foto satelitales. En particular, señaló que la fuga de crudo fue mínima y el derrame afectó un área estimada de apenas 0,06 kilómetros cuadrados "donde el espesor de la película de aceite se estimó de menos de un milímetro".
La petrolera precisó que el incidente se registró en los campos petroleros de Ek Balam con dos puntos de fuga en el ducto que describieron como "pequeñas fisuras de 7 centímetros de longitud por 1 milímetro de ancho y un poro de 1,2 centímetros de diámetro". Además, agregó que la fuga estaba reparada y el evento no tenía nada que ver con los hechos ocurridos en su plataforma de gas.