¿Por qué Corea del Sur necesita a China a pesar de fortalecer los lazos con EE.UU.?
Las relaciones diplomáticas y económico-comerciales entre China y Corea del Sur viven una fase de enfriamiento. De acuerdo con expertos citados por South China Morning Post, a esto contribuyó la creciente confrontación entre Pekín y Washington, así como la modernización tecnológica de China.
No obstante, los especialistas consideran que Seúl aún necesita a Pekín a pesar de continuar fortaleciendo los lazos con la nación norteamericana.
Estructura del comercio bilateral: pérdida de competitividad
En junio, Corea del Sur logró el primer superávit comercial total en 16 meses, pero también sufre un déficit del comercio con China desde hace nueve meses consecutivos. Entre tanto, en 2021 Seúl aún registraba superávits anuales considerables con China, su principal socio comercial.
Según los datos oficiales, Corea del Sur aumentó las importaciones de fibras, máquinas, ordenadores, baterías automotrices y semiconductores de China, pese a que durante mucho tiempo Seúl mantuvo una ventaja en estos sectores. Además, las ventas de las compañías surcoreanas que operan en el mercado chino cayeron un 13 % entre 2016 y 2022, pero si del cálculo se excluyen los semiconductores y las baterías, la cifra se incrementa hasta un 40 %.
La pérdida de competitividad tecnológica por parte de las empresas surcoreanas ha provocado dificultades en las relaciones económicas con Pekín, afirma Kang Jun-young, profesor de Estudios Chinos en la Universidad Hankuk de Estudios Internacionales en Seúl. "Hubo un declive de la demanda de bienes intermedios suministrados por Corea [del Sur] a medida que las exportaciones a China disminuyeron a raíz de la desaceleración económica global y la política china de cero covid", destaca el experto. "Una causa más fundamental es que, como aumentó la capacidad tecnológica de China, ahora algunas mercancías pueden ser sustituidas", añade.
Yang Bojiang, director del Instituto de Estudios Japoneses en la Academia China de Ciencias Sociales, califica de "más frágiles que antes" las relaciones chino-surcoreanas porque Pekín superó a Seúl como líder mundial en muchas industrias. "Cómo [...] esforzarse por reconstruir unas relaciones estructuralmente complementarias y encontrar puntos positivos de cooperación es [...] una cuestión fundamental pero extremadamente importante", subraya.
Al mismo tiempo, durante las últimas tres décadas, "la brecha en el poder nacional entre Corea del Sur y China se ha ido ampliando", por lo que "la 'teoría de la amenaza china' se ha extendido en Corea del Sur", señala Cho Young-nam, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Nacional de Seúl.
¿Acercándose a Washington, alejándose de Pekín?
Bajo la Administración anterior del presidente Moon Jae-in, Seúl practicó una "ambigüedad estratégica" destinada a lograr un equilibrio entre EE.UU., su aliado militar, y China, su socio económico estratégico. No obstante, la "represión a gran escala" sobre China por parte de EE.UU. no ha dejado margen para que Corea del Sur equilibre sus lazos diplomáticos y económicos con ambas potencias rivales, manifiesta Zhu Feng, decano de la Escuela de Relaciones Internacionales en la Universidad de Nankín.
De acuerdo con Zhu, debido a la rápida modernización del sector de las altas tecnologías chino, la presencia de las compañías surcoreanas en el mercado del gigante asiático empezó a disminuir, lo que causó una "nueva etapa de tensiones". En este contexto, la comunidad empresarial surcoreana "vuelve a girar hacia EE.UU., considerando las inversiones en EE.UU. más importantes que las inversiones en China".
En abril, el mandatario surcoreano, Yoon Suk-yeol, calificó de "cuestión global" las situaciones en el estrecho de Taiwán y la península de Corea. Como reacción, el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Sun Weidong, tachó esta declaración de "comentarios erróneos", de acuerdo con el diario estatal chino Global Times. El periódico también advirtió de que la "abrumadora política proestadounidense de Yoon podría convertirse en una pesadilla para Corea del Sur".
A principios de junio, luego de la decisión de Seúl de mejorar la relación con Washington para que esta se convierta en una "alianza de base nuclear", Pekín argumentó que desplegar armas nucleares estadounidenses en la península de Corea era un acto peligroso y provocativo hacia China, Rusia y Corea del Norte. "Washington y Seúl enfrentarán represalias de nivel estratégico que podrían desencadenar otra crisis nuclear en la región", escribió Global Times.
Las relaciones de Seúl con China llegaron a un punto de alta tensión después de que el embajador chino en Corea del Sur, Xing Haiming, advirtiera a Seúl de que no hiciera una "apuesta equivocada" en medio de la rivalidad chino-estadounidense, y agregó que "los que apuestan por la derrota de China se arrepentirán definitivamente". En respuesta, Seúl emitió una nota de protesta y expresó un "fuerte pesar" por estas declaraciones "provocativas".
Además, el 12 de julio, Yoon manifestó que Corea del Sur, Japón, Australia y Nueva Zelanda tienen que adoptar una "fuerte postura de seguridad colectiva" en cooperación con la OTAN para "asumir un papel protagonista en la seguridad regional del Indo-Pacífico". Estas declaraciones se produjeron paralelamente a los comentarios de un portavoz de la misión de Pekín en la UE, que afirmó que China se opone a la expansión de la OTAN hacia el Asia-Pacífico.
Mercado "crítico" para la economía de Corea del Sur
En este contexto, el profesor de ciencias políticas en la Universidad de Yonsei de Seúl, Moon Chung-in, señala la necesidad de reducir la "dependencia excesiva" del mercado chino. No obstante, subraya que Corea del Sur se enfrenta a un "dilema" en el comercio con China.
"Está bien que reduzcamos la dependencia de China y nos diversifiquemos, pero el resultado de la diversificación debería aumentar el volumen comercial, el volumen de exportaciones y el superávit comercial de Corea del Sur", asegura Moon, que fue asesor especial del expresidente Moon Jae-in.
"El mercado de China es muy crítico para la economía de Corea del Sur. Tener un mercado tan grande justo al lado de nuestra frontera puede ser una maldición pero también es una bendición [...] si aprovechamos esta proximidad geográfica de todas las formas posibles", explica, precisando que, a pesar de que Corea del Sur se ha inclinado hacia EE.UU. en la esfera económica y de la cadena de suministro, "siempre hay restricciones de mercado".
"Corea del Sur no puede alejarse fácilmente del mercado chino, incluso si enfatiza razones políticas y de seguridad", concluye Moon.
China: abogar por el diálogo
Entre tanto, la semana pasada trascendió que Wang Yi, recientemente nombrado nuevo ministro de Exteriores de China, propuso a Japón y Corea del Sur llevar a cabo conversaciones a nivel de vicecancilleres con miras a una cumbre trilateral. De acuerdo con el funcionario chino, los tres vecinos deben "crear una atmósfera para una reanudación temprana de reuniones entre líderes".
Según fuentes gubernamentales japonesas citadas por la agencia Kyodo, la iniciativa china podría estar destinada a crear divisiones en los esfuerzos de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos de fortalecer la cooperación económica y de seguridad en la región, al tiempo que Pekín compite con Washington por expandir su influencia militar.
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