Por primera vez regresan de manera controlada a la Tierra un satélite europeo que estaba en desuso

El Comando Espacial de EE.UU. confirmó que el satélite Aeolus reingresó a la Tierra este viernes alrededor de las 19:00 GMT sobre la Antártida.

La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció este sábado que las complejas maniobras para guiar a la atmósfera de la Tierra al satélite meteorológico Aeolus fueron completadas este viernes, por lo que los restos del dispositivo reingresaron de manera segura a nuestro planeta, cayendo finalmente en un sitio previsto en el océano Atlántico.

Es la primera vez que se guía un satélite para realizar un reingreso asistido en la Tierra, según la ESA.

Actualmente las misiones satelitales se diseñan siguiendo normas que obligan a sus fabricantes a reducir cualquier posibilidad de que sus desechos causen daños durante su reingreso a la atmosfera terrestre.

No obstante, cuando se diseñó la misión Aeolus, a finales de la década de 1990, no existían estas regulaciones. Como se contempló un escenario en el que la nave espacial dejara de funcionar tras agotar su combustible, al no tener el control del satélite no se sabría en que sitio caerían sus partes al momento de volver a la Tierra.

Ante esta situación, el equipo encargado de controlar al Aeolus planificó las operaciones del "primer reingreso asistido de su tipo", con el fin de minimizar el riesgo de que las piezas que no se quemaron a la reentrada no cayeran en áreas pobladas.

¿Cómo se llevó a cabo el reingreso asistido?

Para que los restos del satélite cayeran dentro de las trayectorias terrestres atlánticas planificadas, se ejecutaron una serie de maniobras para hacer descender al satélite de una altitud de 320 kilómetros a solo 120 kilómetros. Sin embargo, existía la posibilidad de que el Aeolus no pudiera ser controlado totalmente a las altitudes requeridas, porque su sistema de propulsión y sus reservas de combustible no estaban diseñados para llevar a cabo dicha acción.

Generalmente, las operaciones a baja altitud son muy difíciles de realizar, puesto que hay una mayor atracción gravitatoria sobre el dispositivo satelital, aunque los especialistas lograron que la nave volviera a entrar a la atmósfera. La ESA estimó que la mayor parte del Aeolus, que pesaba 1.100 kilogramos excluyendo a su propulsor, se quemaría cuando estuviera a una altitud de 80 kilómetros, pero que algunos de sus fragmentos podrían llegar a la superficie terrestre.

Finalmente, el Comando Espacial de EE.UU. confirmó que el satélite reingresó a la Tierra este viernes alrededor de las 19:00 GMT sobre la Antártida. "Nuestros equipos de ingenieros, de basura espacial y de dinámica de vuelo hicieron un gran trabajo: Aeolus volvió al servicio de acuerdo con la normativa vigente", indicó la ESA.

El satélite Aeolus, que fue lanzado en agosto de 2018, estuvo estudiando los vientos de la Tierra desde una altitud de 320 kilómetros, lo que permitió a los meteorólogos mejorar las predicciones de tormentas y otros fenómenos meteorológicos.

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