Al derechista Alberto Núñez Feijóo, ganador de las elecciones españolas del 23 de julio, se le complica cada vez más la investidura.
Más de una semana después de las elecciones en el país europeo, donde el presidente del gobierno necesita mayoría parlamentaria para ser elegido, el líder del Partido Popular (PP) sostiene que es quien tiene más "legitimidad" para presentarse a la investidura porque su formación fue la más votada (137 escaños) y, según él, es la única que puede "garantizar la gobernabilidad".
Pero a la endiablada aritmética salida de los comicios, que complica mucho la investidura tanto de él como del presidente socialista Pedro Sánchez, se le sumaron estos días varias circunstancias que ensombrecen sus posibilidades.
El portazo de Sánchez
Primero fue el portazo a la invitación al diálogo que le hizo el domingo a Sánchez, cuya formación, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quedó en segunda posición (121).
En una misiva, Feijóo le instó a Sánchez una reunión de urgencia esta misma semana para buscar las vías para que el PSOE se abstenga en la investidura y deje gobernar a la lista más votada en los comicios.
El líder popular alega además que la única opción que tiene Sánchez para gobernar es pactar con los independentistas catalanes y vascos, "los partidos que quieren romper España".
Pero Sánchez, empoderado tras resistir mucho más de lo que vaticinaban los sondeos, le emplazó a mantener ese encuentro después del 17 de agosto, tras la constitución formal del Congreso de los Diputados "y una vez designado el candidato propuesto" por el rey Felipe VI.
Además, Sánchez le recordó que el sistema democrático español "cuenta con reglas claras para la configuración del Gobierno", ajustadas a "los principios de la democracia parlamentaria".
Y que es el Congreso de los Diputados el ámbito donde "deberán articularse las mayorías que permitan la investidura del candidato que recabe los apoyos necesarios".
En España, el Congreso se compone de 350 diputados y para investir un candidato hace falta mayoría absoluta —al menos 176— en primera votación, o mayoría simple —más síes que noes—. Aquí cobran importancia las abstenciones en segunda ronda.
"Más postureo que voluntad de diálogo"
A eso se sumó el hecho de que este lunes se supo que Feijóo se reunió la semana pasada con el ultraderechista Vox, cuya formación quedó en tercera posición (33).
Juntos, los escaños de PP y Vox (170) no suman la mayoría que pronosticaban los sondeos. Ambas formaciones ya gobiernan en coalición -con mucha polémica- en varias comunidades autónomas y alcaldías, algo muy cuestionado por los partidos progresistas.
Ese fue uno de los principales motivos para la movilización del voto de izquierdas que evitó un gobierno de derechas a nivel nacional.
"Llama poderosamente la atención, porque es obvio que esa carta que dirige el señor Feijóo aparenta más un 'postureo' que realmente una voluntad de diálogo, como ya adivinábamos", dijo este martes la vicesecretaria del PSOE, María Jesús Montero, en una entrevista con la televisión pública española, RTVE.
"Oculta o, por lo menos, no cuenta que estaba habiendo contactos, conversaciones, en otros entornos que hacen absolutamente incompatible cualquier acuerdo, cualquier propuesta conjunta", agregó.
No al partido de Puigdemont
Por otra parte, Feijóo se negó a negociar con el partido independentista catalán de derecha Junts per Catalunya (JuntsxCat), del expresidente de esa comunidad autónoma del nordeste de España, Carles Puigdemont.
Los siete escaños de este partido se han vuelto indispensables para la formación de gobierno y su abstención podría contribuir a investir a Feijóo. En 2019, JuntsxCat votó contra la investidura de Sánchez.
Pero entre sus condiciones para apoyar o abstenerse figuran entre otras cosas la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña, una línea roja para el PP.
"Esa cuestión [hablar con JuntsxCat] no se encuentra sobre la mesa y por lo tanto no tenemos nada más que decir", declaró el lunes la secretaria general 'popular', Cuca Gamarra.
El sábado, otro miembro de su partido, preguntado por si pactaría con la formación de Puigdemont para lograr la investidura, no descartó esa posibilidad.
"El Partido Popular está dispuesto a hablar con todas y cada una de las fuerzas políticas siempre que estén dentro del marco de la Constitución española", aseguró el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán.
Pequeños apoyos no confirmados
Feijoo recibió otras dos malas noticias en las últimas horas: el centrista Coalición Canaria (CC) y el derechista Unión del Pueblo Navarro (UPN), que suelen respaldarle, no le han garantizado su apoyo. El primero porque aseguró que podría apoyar tanto a Feijóo como a Sánchez, mientras que el segundo dijo que ve muy difícil la investidura del líder popular.
Si ni Feijóo ni Sánchez logran finalmente los apoyos necesarios, el país se vería abocado a una repetición electoral, que llegaría a finales de año.
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