El Gobierno de EE.UU planea aumentar los suministros de proyectiles de calibre 155 milímetros a Ucrania en un intento por contrarrestar al Ejército ruso, informa Financial Times este martes citando a funcionarios ucranianos y occidentales.
En un principio, los aliados de Washington se encargarían de las entregas de las municiones a Kiev. Por su parte, el país norteamericano pretende aumentar en los próximos dos años la producción de este tipo de proyectiles, que son utilizados por los obuses ucranianos en la línea de frente.
Los funcionarios estadounidenses afirmaron que la Administración Biden es consciente desde hace meses de que el elevado consumo de municiones por parte de las fuerzas ucranianas empezaría a agotar las reservas de EE.UU. Pero Washington ya ha cerrado acuerdos con Bulgaria y Corea del Sur, así como también se encuentra en conversaciones con Japón, para suministrar los proyectiles a Ucrania.
"Estamos trabajando activamente para construir las líneas de producción de [proyectiles calibre] 155" dijo recientemente el asesor de la Casa Blanca para la Seguridad Nacional, Jake Sullivan. "No queremos perder ni un día, y no hay herramienta, autoridad o dólar que vayamos a dejar de lado para lograrlo", prometió.
Líneas de producción en aumento
Según un informe del centro de estudios Center for a New American Security (CNAS, por sus siglas en inlgés), en los últimos diez años el Pentágono había solicitado 790.000 municiones calibre 155 mm, en su mayoría para uso en ejercicios de entrenamiento. Al inicio del conflicto en Ucrania, las fuerzas ucranianas disparaban mensualmente un promedio de 14.000 municiones para obuses, mientras que en la actualidad la cifra supera las 24.000 unidades, lo que sugiere que EE.UU ya ha suministrado a Kiev más de la mitad de sus reservas.
Se prevé que los esfuerzos de la industria militar estadounidense para aumentar la producción a 90.000 municiones mensuales tardarían unos dos años. "Estamos en un punto en el que se está suministrando a Ucrania las cantidades que se puede, manteniendo al mismo tiempo las reservas que se consideran necesarias en caso de que surja una crisis imprevista", afirmó la directora del programa de defensa del CNAS, Stacie Pettyjohn.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, declaró la semana pasada que la contraofensiva había empezado más lento de lo esperado, debido a que las tropas de su país "no tenían municiones ni armamento suficientes, y también había un déficit en la cantidad de brigadas debidamente entrenadas en estas armas".