Científicos lograron cultivar sandías en la estación antártica rusa Vostok, anunció en un comunicado el Instituto de Investigación del Ártico y la Antártida de la Academia de Ciencias de Rusia.
En el experimento participaron investigadores de la 68.ª expedición antártica rusa y colegas de varios institutos del país.
Las condiciones favorables para cultivar plantas en el lugar más frío de la Tierra (según el registro oficial de la Organización Meteorológica Mundial, la Antártida registró -89,2 ºC en 1983)– fueron creadas mediante el uso de un equipo fitotécnico diseñado para el experimento. Las sandías no crecieron en suelo, sino en una fina capa de un sustituto de tierra con una solución de nutrientes bajo una iluminación artificial con un espectro similar al de la luz solar.
Como resultado, en 103 días se obtuvieron ocho sandías maduras y dulces. En el futuro, los científicos tienen la intención de cultivar bayas silvestres.
Según Andréi Tepliakov, geofísico jefe de la estación Vostok, el peso de las sandías no llega a un kilo, pero su sabor y aroma no son inferiores a las de frutas cultivadas en condiciones naturales.
El experimento está en marcha en la estación antártica rusa desde febrero de 2020. Dentro de este, los científicos ya lograron cultivar tomates, pimientos, acedera, rúcula, nabos, perejil, eneldo, albahaca, espinacas y otras plantas comestibles.
"Además del interés científico y los beneficios prácticos directos en forma de verduras, bayas y hierbas frescas, nuestro proyecto conjunto tiene una serie de importantes beneficios adicionales. El invernadero de la estación tiene un efecto positivo en el estado emocional de los exploradores polares, que pasan muchos meses en un equipo aislado, en condiciones de noche polar, bajas temperaturas y un espacio vital limitado", comentó el director del Instituto de Investigación del Ártico y la Antártida, Alexánder Makárov.