Por lo menos 30.000 niñas, niños y adolescentes han sido captados por las organizaciones criminales en México, además de que cada año 20.000 son víctimas de explotación sexual y trata, denunció la organización Reinserta.
"Son temas dolorosos y pendientes en materia jurídica en nuestro país", explicó en un comunicado este colectivo que trabaja con menores que han estado expuestos a situaciones traumáticas relacionadas con la violencia.
Por ello, en el marco del Día Internacional contra la Trata de Personas que se conmemora este martes, convocó a las autoridades a atender la problemática de la falta de atención a las infancias, ya que las consecuencias para un niño o niña víctima de estos delitos son de por vida.
"Es fundamental poner sobre la mesa estos temas, que por muy duros que sean solo analizando la situación podremos crear soluciones de fondo", advirtió la organización.
También reconoció que, por primera vez en la historia, se ha reconocido de manera oficial este problema a través de la creación del Observatorio Nacional para la Prevención del Reclutamiento Infantil.
"Sin embargo, hay muy pocas acciones que se están haciendo al respecto a nivel gubernamental para que protejamos y erradiquemos la trata y corrupción de menores. Hoy en México la apuesta legislativa y social tiene que ser para proteger a las infancias", señaló Reinserta al insistir en la necesidad de fortalecer el sistema de justicia penal y el educativo para que la delincuencia organizada no sea una alternativa para los niños.
Los datos
Reinserta ya había publicado un informe en el que reveló que los grupos criminales reclutan niñas, niños y adolescentes por su disponibilidad y maleabilidad, ya que acatan órdenes de manera adecuada, no exigen tanto como un adulto y transportan y usan con facilidad las armas y las municiones que se les brindan.
Otra de las "ventajas" para los criminales, según el estudio, es que el sistema de justicia especializado es mucho menos severo que el que se aplica a los mayores de 18 años.
"Así, niñas, niños y adolescentes ejecutan más de 22 tipos de delitos como tráfico de drogas, secuestro, trata de personas, corrupción o piratería", señaló al destacar que participan en las bandas como espías, combatientes, mensajeros y cocineros. En algunos casos, además, son explotados sexuales.
"Unos han sido secuestrados por diferentes fuerzas, otros se incorporan de manera voluntaria, pues se les manipula con ganancias económicas, mientras que unos cuantos más han tenido la necesidad de unirse a causa de la pobreza, la exclusión y la discriminación en la que se encuentran", señaló.
En ocasiones, agregó, la delincuencia organizada es la única opción que tienen para obtener alimento y vivienda, especialmente cuando estas necesidades se combinan con el abuso de drogas, el uso de armas, la violencia y la falta de educación.
"Por ello es importante hacer énfasis en que estos niños, niñas y adolescentes no solo son agresores, sino que también son víctimas de la delincuencia organizada y de las propias circunstancias que se conjugan desde mucho antes de pertenecer a ella, las cuales son atribuibles al Estado y a la sociedad misma", explicó Reinserta.
Víctimas
Las niñas, niños y adolescentes, precisó, reciben coerción, engaños, amenazas, violencia, intimidación y manipulación por parte de los líderes de los grupos criminales e incluso llegan a ser abusados y explotados por los adultos con mayor rango en la organización.
"Negarse a participar, así como la desobediencia e indisciplina por parte de niñas, niños y adolescentes que ya forman parte de estos grupos, se castiga severamente y en algunos casos llega a costarles la vida", añadió.
Por otra parte, señaló que la edad promedio de reclutamiento oscila entre los nueve y 11 años.
"En algunos grupos delictivos organizados, los niños más pequeños comienzan realizando tareas sencillas como informar y observar; a partir de los 12 años comienzan a cuidar casas de seguridad o a transportar droga; desde los 16 años, portan armas y son los encargados de realizar secuestros y asesinatos", expresó.
Las niñas, en tanto, se encargan de las tareas típicamente relacionadas con su género, como limpiar y cocinar y, en algunos otros casos, ellas son las que empaquetan la droga.