Un grupo de científicos de Brasil, Australia e Italia ha recreado el rostro de una mujer que vivió hace 45.000 años, que se cree es el ser humano anatómicamente moderno "más antiguo" jamás secuenciado genéticamente.
Los científicos utilizaron tomografías computarizadas de los restos del cráneo de una mujer bautizada como Zlaty Kun, o 'Caballo dorado', para crear una aproximación facial. Sus restos fosilizados fueron encontrados hace más de 70 años en un sistema de cuevas, en lo que ahora es República Checa.
Los científicos recrearon una figura 3D utilizando la anatomía original del cráneo incompleto. Posteriormente, utilizaron datos estadísticos recopilados en 2018 por otros investigadores para reemplazar las partes faltantes y de esta forma lograron reconstruir toda la estructura ósea de la cabeza, escribieron los autores del estudio recientemente publicado en OrtogOnLineMag.
Por otro lado, el análisis del ADN del cráneo reveló que alrededor del 3 % del genoma de Zlaty tenía orígenes neandertales. Se cree que la mujer estuvo entre los primeros Homo sapiens que habitaron Eurasia.
La imagen de rostro muestra una mandíbula robusta y una gran cavidad cerebral, que, según Cícero Moraes, coautor del estudio, se debería a sus raíces neandertales.
"Cuando [los arqueólogos] encontraron el cráneo, los primeros expertos que lo analizaron pensaron que era un hombre", porque los restos óseos tienen "características que son muy compatibles con el sexo masculino de las poblaciones actuales" y por su mandíbula "robusta", explicó Moraes a LiveScience.
Los investigadores no contaban con datos sobre la piel, el cabello ni los colores de los ojos de Zlaty, pero decidieron darle el color oscuro y rizado al pelo, así como una tonalidad marrón para los ojos.
"Una vez que tuvimos el rostro básico, generamos imágenes más objetivas y científicas, sin colorear, con los ojos cerrados y sin cabello", señaló Moraes. "Luego creamos una versión especulativa con piel pigmentada, ojos abiertos, pelaje y cabello. El objetivo de la segunda es brindar una cara más comprensible para la población en general", agregó.
Asimismo, se descubrió que el volumen endocraneal, la cavidad que alberga el cerebro, era más grande que el de los humanos contemporáneos. Sin embargo, Moraes atribuye este factor a "mayores similitudes estructurales entre Zlaty kun y los neandertales, que entre ella y las personas modernas".