El entonces presidente de EE.UU. Richard Nixon se reunió con el dueño del diario chileno El Mercurio, Agustín Edwards, en el marco de las operaciones instrumentadas para evitar que el líder socialista Salvador Allende asumiera la presidencia de su país, para la que fue elegido en septiembre de 1970.
Así lo indican documentos desclasificados por el gobierno norteamericano y publicados este jueves por el sitio Ciper. De acuerdo a uno de los dos archivos que se dieron a conocer, Nixon se reunió con Edwards en la Casa Blanca el 15 de septiembre de 1970, solo unas horas antes de que ordenara a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) intervenir en Chile.
El segundo documento da cuenta de un encuentro entre el titular del medio y agentes de la CIA, en el que informó las exigencias de militares chilenos dispuestos a participar en el complot.
Los documentos fueron incluidos en la nueva versión del libro 'Pinochet desclasificado', de Peter Kornbluh, actualizado y relanzado esta semana para conmemorar los 50 años del golpe de Estado ocurrido el 11 de septiembre de 1973.
La reunión entre Nixon y Edwards, revelada recién ahora, no fue registrada en la agenda oficial de la Casa Blanca, pero sí en la agenda interna del presidente.
Por otra parte, sí se conocía sobre un encuentro entre el director del periódico, fallecido en 2017, y el entonces director de la CIA, Richard Helms, para solicitar el apoyo de EE.UU. para una acción militar que evitara que Allende asumiera el mando en La Moneda.
También se tenía conocimiento de que El Mercurio recibió financiamiento de la CIA en la década de 1970 y que fue utilizado como un medio de propaganda para desestabilizar a la Unidad Popular.
Intervencionismo de la Casa Blanca
Desde la llegada al poder a través del voto popular del presidente socialista chileno Salvador Allende (1970–1973), el Gobierno de EE.UU. asumió un papel fundamental en el proceso que culminó con un violento golpe de Estado contra el mandatario, encabezado por el dictador Augusto Pinochet (1973-1990) y del cual se cumple medio siglo.
Incluso antes de que Allende asumiera, el 4 de noviembre de 1970, Washington intentó evitar a toda costa un gobierno de izquierda en una región signada por dictaduras de extrema derecha que, en plena Guerra Fría, persiguieron de forma sangrienta las ideas progresistas o revolucionarias, con el apoyo más o menos explícito del gobierno norteamericano.
La Casa Blanca lo ha negado por mucho tiempo, pero en los últimos años la revelación de documentos desclasificados de aquella época dejaron en evidencia que el intervencionismo norteamericano y su Doctrina de Seguridad Nacional, impulsada por el entonces presidente Richard Nixon, fueron claves para poner fin a los 1.000 días de gobierno de Allende.