Los precios de alimentos básicos se han disparado en Niamey, la capital de Níger, debido a las sanciones económicas impuestas al país africano por parte de las naciones vecinas tras el derrocamiento del Gobierno de Mohamed Bazoum, ocurrido la semana pasada.
Según residentes locales consultados por Reuters, el saco de arroz subió más de un tercio y ahora vale alrededor de 15.000 francos CFA de África Occidental (25 dólares), mientras que el aceite de cocina pasó de costar 22.000 francos CFA (37 dólares) a 33.000 (55 dólares). "Sinceramente, lo he sentido en mi bolsillo. Ahora mismo todos nos estamos abasteciendo", se lamenta uno de ellos.
El pasado domingo, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) celebró una cumbre extraordinaria para abordar la situación en Níger tras el golpe de Estado y tomó la decisión de cortar los lazos con el país. El bloque dio a la junta militar una semana para restaurar al derrocado Bazoum como líder del país, impuso sanciones financieras inmediatas y anunció el cierre inmediato de las fronteras con los países miembros.
Tras estas medidas, la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) y la Asociación Nigerina de Defensa de los Derechos Humanos instaron a la CEDEAO reconsiderar las medidas coercitivas impuestas, al tiempo que expresaron su preocupación por los efectos de las mismas.
"Estamos profundamente preocupados por las consecuencias de estas sanciones, especialmente por sus repercusiones en el suministro de productos alimentarios esenciales, productos farmacéuticos, equipos médicos, productos petrolíferos y electricidad", sostuvo la presidenta de la asociación nigerina, Sita Adamou, agregando que "estas medidas ya han empezado a afectar a la población nigerina, que afronta regularmente dificultades alimentarias y sanitarias".