Al menos 57 personas enfermaron con náuseas y diarrea tras participar en el Campeonato Mundial de Triatlón 2023 celebrado en la ciudad de Sunderland (Reino Unido), informaron este sábado medios locales citando a las autoridades sanitarias.
Una de las etapas de la competición, en la que participaron unas 2.000, era la prueba de nado en la playa de Roker. Un muestreo de esas aguas realizado por la Agencia de Medio Ambiente el miércoles 26 de julio, tres días antes del evento, mostró la presencia de 3.900 colonias de la bacteria Escherichia coli ('E. coli') por cada 100 ml, más de 39 veces superior a las cifras normales registradas el mes anterior.
"La prueba tomada el 26 de julio mostró niveles sin precedentes de 'E. coli' muy por encima de lo que es natural para esta masa de agua o seguro para el uso recreativo humano, y necesita urgentemente ser investigada", declaró Eva Perrin, de la organización Surfers Against Sewage (Surfistas contra las aguas residuales, en español).
Mientras, Jacob Birtwhistle, un triatleta australiano de 28 años, publicó los resultados de la agencia en sus redes sociales e indicó que se sintió mal después del evento. "Supongo que eso es lo que pasa cuando nadas en mierda. La natación debería haberse cancelado", subrayó.
"¡Eso explica ahora por qué me pasé la noche del lunes con la cabeza en el retrete después de nadar el domingo por la mañana!", escribió otro deportista.
Sin embargo, British Triathlon, el organismo que regula los triatlones en el Reino Unido, señaló que los resultados de las muestras de la agencia no se publicaron hasta después de la competición y que las pruebas se realizaron fuera de la zona donde tenía lugar el evento. Según el organismo, los resultados de sus propias pruebas cumplieron las normas exigidas.
Cabe destacar que la playa en cuestión ha estado en el centro de disputas entre activistas y el Gobierno por el vertido de aguas residuales, escribe The Guardian.