Rusia está dispuesta a compartir tecnologías para misiones lunares con todos los países interesados, declaró el director ejecutivo de programas avanzados y ciencia de la corporación estatal rusa Roscosmos, Alexánder Bloshenko. Con esto se refirió al hecho de que dentro de pocos días será puesta en marcha la misión Luna-25, la primera en la historia contemporánea de Rusia en viajar al satélite natural de la Tierra, desde el lanzamiento de la sonda soviética Luna-24 en 1976.
"Será el primer alunizaje en el polo sur de la Luna, ya que todas las demás estaciones, tanto nuestras como extranjeras, han alunizado en la zona ecuatorial", afirmó en una entrevista con RT emitida este lunes.
Señaló que inicialmente se consideraron 11 zonas para el lugar de alunizaje del módulo, de las cuales se eligieron la principal y una de reserva. "Esperamos que el área confirme sus condiciones para recibir a seres humanos en el futuro, y se convierta en la zona de emplazamiento de la estación lunar internacional", subrayó.
De acuerdo con Bloshenko, a bordo de Luna-25 hay un equipo especial de perforación, que se adentrará 40 centímetros en la superficie lunar. A continuación, recogerá y analizará la composición del suelo y otros componentes, y luego enviará los resultados a la Tierra. También se analizará el entorno radiónico, electromagnético y de campo de la superficie.
El funcionario precisó que el objetivo principal de la misión es buscar y realizar análisis elementales de posibles fuentes de agua en la Luna, que "como vecina más cercana de nuestro planeta, tiene ciertos aspectos científicamente atractivos que deben ser estudiados".
Al mismo tiempo, según sus palabras, la misión de Rusia, país que "abrió el camino al espacio para la humanidad", es "misionera". "Es decir, estamos dispuestos a abrir este camino a todos los países interesados, a compartir tecnologías con ellos", dijo, señalando que Moscú está dispuesto a instruir personal, formar operadores regionales de este tipo de actividades espaciales en los países líderes en este ámbito y, finalmente, "ayudarlos a convertirse en potencias espaciales de pleno derecho".