EE.UU. impulsa un caso contra Rusia en La Haya pese a bloquear una pesquisa de sus propios crímenes
Occidente continúa con su idea de usar a la justicia internacional para responsabilizar al Gobierno ruso de presuntos crímenes de guerra en Ucrania. Especialmente desde EE.UU. impulsan la cooperación con la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya para apoyar pesquisas de fiscales ucranianos contra Rusia.
Ocurre en un contexto donde la corte no tiene jurisdicción sobre Moscú y en el que el país norteamericano ni siquiera es un Estado miembro del organismo. Además, el propio Washington tiene un historial de roces con el órgano judicial por investigaciones en su contra de presuntos crímenes de guerra cometidos durante sus campañas militares.
Según New York Times, EE.UU. no quiere compartir posibles crímenes de Rusia en Ucrania, temiendo sentar un precedente que podría suponer llevar a estadounidenses ante la justicia internacional. Al mismo tiempo, el Gobierno del Estado norteamericano celebra la emisión de una orden de arresto contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
"Está más allá de la hipocresía. Es repugnante. Especialmente como estadounidense. Creo que mi historial en la guerra de Irak es bastante claro. Fue una guerra de agresión ilegal, violó todas las leyes que pretendíamos defender. George W. Bush es un criminal de guerra. Tony Blair es un criminal de guerra y Joe Biden es un criminal de guerra", declaró Scott Ritter, exoficial de inteligencia en los Marines de EE.UU.
Ritter opina que la orden de detención de La Haya contra el presidente ruso es "un ejercicio de propaganda". "Esto es parte de una guerra híbrida general de la OTAN en contra de Rusia y China. Y creo que todo el asunto de La Haya y la Corte Criminal Internacional forma parte de ese cuadro más amplio", señaló Dennis Small, editor para Iberoamérica del Instituto Internacional Schiller.
Los presuntos crímenes de guerra de EE.UU. siguen sin ser perseguidos
Por el contrario, ninguno de los conocidos y documentados crímenes de guerra estadounidenses ha sido objeto de persecución por parte de la CPI. La matanza en las aldeas de Songmi y MyLay perpetradas por soldados estadounidenses en Vietnam, donde mataron a 504 civiles. La pulverización de productos químicos sobre los bosques de ese país. El bombardeo de Yugoslavia por parte de la OTAN en 1999, incluso con uranio empobrecido, donde murieron más de 2.500 personas. Las torturas de presos por parte de estadounidenses en la cárcel iraquí de Abu Ghraib o el asesinato de un grupo de civiles desde helicópteros el 12 de julio de 2007 en Bagdad.
"EE.UU. no solo no ha cooperado con las investigaciones sobre crímenes de guerra, nuestro Gobierno hace todo lo que puede para mantener al público estadounidense sin conocimiento de estos. Edward Snowden, Julian Assange, Chelsea Manning, todas estas son personas que han sido amenazadas, detenidas y acosadas por alertar a los contribuyentes estadounidenses sobre cómo nuestros fondos públicos están siendo malversados en la comisión de atrocidades brutales", destacó James Patrick Jordan, cocoordinador para la Alianza por la Justicia Global.
Una de las principales paradojas de este asunto es que ni Moscú ni Washington reconocen el tribunal internacional de La Haya, por lo que está fuera de su jurisdicción. De hecho, en EE.UU., que utiliza a la Corte como arma política y discursiva contra Rusia, está vigente una ley del año 2002 que permitiría al presidente ordenar una intervención militar en la propia Haya en caso de enjuiciamiento de funcionarios o militares estadounidenses.