Revelan que el polvo de la EEI está impregnado con altos niveles de químicos tóxicos

Un grupo de investigadores estadounidenses y británicos reveló que los niveles de químicos potencialmente dañinos detectados en una muestra de polvo recolectada de los filtros de aire de la Estación Espacial Internacional (EEI) superan los valores promedios del polvo que hay en pisos de hogares de EE.UU. y Europa Occidental, informó este martes la Universidad de Birmingham (Reino Unido).

De acuerdo con los autores del estudio, recientemente publicado en la revista Environmental Science and Technology Letters, en un ambiente de microgravedad las partículas no se depositan, sino que permanecen en el aire flotando con los patrones de flujo del sistema de ventilación, por lo que eventualmente se depositan en las superficies y tomas de aire.

Para examinar lo que respiran los astronautas, se analizó el contenido de las bolsas de vacío de la EEI que fueron devueltas a la Tierra. El material de las bolsas estaba conformado por partículas que antes estaban en el aire, así como pelusas, cabellos y otros desechos generalmente identificados como polvo de la cabina del laboratorio espacial.

El agua potable de casi la mitad de los grifos de EE.UU. contiene sustancias químicas, según un estudio

¿Cuáles fueron los compuestos encontrados?

Tras evaluar la muestra de polvo, se encontraron varios tipos de contaminantes orgánicos, incluidos éteres de difenilo polibromados (PBDE), hexabromociclododecano (HBCDD), retardantes de llama bromados (BFR), ésteres organofosforados (OPE), hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), y bifenilos policlorados (PCB).

Los científicos explicaron que algunos de estos compuestos químicos son utilizados en el interior de la EEI como materiales retardadores de llamas o como espumas, correas y telas ignífugas. También sugirieron que la mayoría de estas sustancias podrían provenir de equipos para el uso personal de los astronautas, como reproductores de MP3, tabletas, cámaras y dispositivo médicos, así como ropa traída por la tripulación desde la Tierra.

A pesar de que el aire a bordo de la EEI se filtra y recircula constantemente varias veces cada hora para eliminar dióxido de carbono y contaminantes gaseosos, se desconoce si el sistema encargado de este proceso es eficiente para la eliminación de otros químicos. Sin embargo, el profesor Stuart Harrad reiteró que los niveles de estos compuestos "generalmente estaban dentro del rango encontrado en la Tierra".

Por otro lado, los especialistas detallaron que la alta concentración de productos químicos en la estación se debe a los altos niveles de radiación ionizante en la órbita, que provoca el envejecimiento acelerado de los materiales, además de la descomposición de los plásticos en micro y nanoplásticos que flotan en el ambiente de microgravedad.

A su vez, Harrad subrayó que esta investigación podrá ayudar a los ingenieros a elegir materiales menos contaminantes en las primeras etapas del diseño y construcción de las futuras naves espaciales.

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!