Las autoridades del estado de Georgia, EE.UU., han abierto una investigación contra un hospital de la ciudad de Riverdale por la muerte de un bebé que presuntamente fue decapitado durante el proceso de parto por la obstetra, informa el Departamento de Policía del condado de Clayton este miércoles.
Según la denuncia impuesta por los padres, durante la labor de parto, el pasado 9 de julio en el Southern Regional Medical Center, el bebé dejó de descender debido a que los hombros se quedaron atorados, por lo que la Dra. Tracey St. Julian decidió usar diferentes métodos para facilitar el parto vaginal, incluida la tracción de la cabeza, reporta Fox 5 Atlanta.
"Lo que pasó después es simplemente brutal", dijo uno de los abogados de la familia, Roderick Edmond, durante una conferencia de prensa. "En el proceso de parto [la obstetra] tiró de la cabeza y el cuello con tanta fuerza y los manipuló tan fuerte que los huesos del cráneo, la cara y el cuello del bebé se rompieron", afirmó.
Tras las complicaciones del parto natural, St. Julian realizó una cesárea de emergencia. "Cuando se abrió el útero, salieron los pies, salió el cuerpo y no había cabeza", contó Edmond, agregando que esta se había quedado dentro de la vagina. Según la demanda, cuando la pareja exigió ver a su hijo, le entregaron al bebé firmemente envuelto en una manta con la cabeza "apoyada sobre su cuerpo" con el fin de ocultar los hechos.
Los demandantes aseguran que el personal médico no les comunicó sobre la decapitación y se enteraron días después por la funeraria. Además, afirman que el centro médico los desalentó a realizar una autopsia, alegando que el procedimiento de forma gratuita no era una opción para ellos por las circunstancias.
Por su parte, la entidad médica se pronunció en referencia al litigio rechazando la incriminación. "Si bien nuestras más sinceras condolencias están con la familia, Southern Regional Medical Center niega las acusaciones", declaró en un comunicado, citado por medios locales. Asimismo, el texto asevera que la obstetra "no es una empleada del hospital" y que han tomado "las medidas adecuadas en respuesta a esta desafortunada situación".
De acuerdo con los reportes, la médico se negó a comentar sobre el asunto, mientras que las autoridades del condado de Clayton señalaron que no pueden proporcionar detalles adicionales, ya que se trata de una investigación en curso.