Esta semana trascendió que un grupo de 50 escaladores profesionales dejó morir a un porteador que yacía gravemente herido mientras subían el K2, la segunda cumbre más alta del mundo después del Everest, situada en la cordillera del Karakórum.
Los alpinistas, liderados por la noruega Kristin Harila, fueron acusados de estar más interesados en romper un nuevo récord mundial que en ayudar al pakistaní Mohammed Hassan, de 27 años, quien sufrió un accidente cuando una avalancha lo empujó por una cornisa mientras escalaba la peligrosa montaña de 8.600 metros.
Harila, que tras la tragedia pudo llegar a la cima y lograr la hazaña de escalar los 14 picos más altos del mundo en 3 meses, alegó posteriormente que su equipo "hizo todo lo que pudo" para salvarlo y que no lo dejó morir. "Simplemente no es cierto decir que no hicimos nada para ayudarlo. Tratamos de levantarlo durante una hora y media y mi camarógrafo se quedó una hora más para cuidarlo. En ningún momento lo dejaron solo", declaró este jueves, citada por The Telegraph.
En esa línea, explicó que el porteador cayó en "probablemente la parte más peligrosa de la montaña, donde las posibilidades de cargar a alguien estaban limitadas por el sendero estrecho y la poca nieve", negando que tuvo un trato diferente por no ser un escalador occidental.
Asimismo, subrayó que cuando su equipo encontró al porteador, este no llevaba guantes ni chaqueta y no parecía haber recibido oxígeno. "Si él fuera mi 'sherpa', no lo habría enviado en esas condiciones", afirmó.
Sus declaraciones coinciden con el montañista Lakpa Sherpa, que participó de la expedición, quien aseguró que algunos 'sherpas' [en el equipo de arreglo de cuerdas] le dijeron a Hassan que regresara en varias ocasiones porque no tenía el equipo adecuado. "Pero él no los escuchó y siguió a los otros escaladores", agregó.
Por su parte, Thaneswar Gurugai, gerente general de Seven Summits, empresa que organizó el ascenso de Harila, le dijo al periódico británico que Hassan sufría de congelación e hipotermia cuando murió. "En casos normales [otros porteadores] lo salvarían a menos que sea imposible hacerlo", subrayó.
"Lo que pasó allí es escandaloso"
En imágenes que salieron a la luz recientemente, se puede ver cómo la larga fila de montañistas pasa literalmente por encima del hombre moribundo sin prestarle ninguna atención. Solo uno de ellos intentó mantenerlo consiente por un tiempo antes de que muriera a causa de sus heridas.
Wilhelm Steindl, un participante en el ascenso de nacionalidad no especificada que regresó antes al campamento base debido a las peligrosas condiciones del tiempo, declaró: "Fue una carrera muy acalorada y competitiva hacia la cima. Lo que pasó allí es escandaloso". "Se deja atrás a una persona viva para que se puedan establecer récords. Solo se necesitaban 3 o 4 personas para salvarlo".
Por su parte, otro miembro del grupo, el austriaco Philip Flämi, señaló que no se organizó una operación de rescate pese a que había guías de montaña en el lugar que podrían haber tomado medidas. "Si hubiera sido un occidental, lo habrían rescatado de inmediato. Nadie se sentía responsable [de Hassan]", aseveró.