Las delegaciones del Gobierno colombiano y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciaron oficialmente el cuarto ciclo de conversaciones en un acto que se llevó a cabo este lunes en Caracas, Venezuela.
Los representantes de ambos equipos negociadores participaron en una reunión en la Casona Cultural Aquiles Nazoa, ubicada en el estado Miranda, que forma parte de la zona metropolitana.
En el arranque de esta cuarta ronda de negociaciones declararon los jefes de la delegación del grupo guerrillero, Pablo Beltrán; del Gobierno, Otty Patiño, y la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez.
En el pasado ciclo de diálogos, realizado en La Habana, Cuba, se acordó el alto al fuego bilateral y temporal de carácter nacional, que entró en vigencia el 3 de agosto. La semana pasada se instaló el Comité Nacional de Participación, que busca integrar a la sociedad colombiana a estas conversaciones que apuntan a terminar definitivamente el conflicto con este grupo armado.
"El ciclo de la gente"
El jefe negociador del Gobierno dijo que, frente a la "gran pregunta" de qué deparara este nuevo ciclo, tras casi nueve meses de conversaciones, se afirmaba la paz como política de Estado.
De la misma forma, reafirmó la necesidad de la paz "como política de transformaciones inaplazables, como supresión de las armas para dirimir los conflictos y como punto de eje del gran acuerdo nacional".
"Queremos proponerle a la otra delegación que avancemos para que este sea el ciclo de la gente que vive en los territorios más afectados por el abandono y la violencia", expresó.
Patiño pidió "escuchar en vivo y directo las voces de las víctimas" y solicitó que se empezaran a comprometer en este proceso "a los otros actores que se disputan esos territorios".
"Empecemos a hacer planes concretos donde participen los jefes de los frentes de guerra del ELN y las comunidades de esos territorios", instó, y pidió "empujar este ciclo" para ir "de lo nacional a lo territorial, de lo bilateral a lo multilateral y de lo temporal a lo definitivo".
"Una solución política a los problemas"
Beltrán expresó que para ambas delegaciones era "muy satisfactorio regresar a Caracas" y aseveró que "el pueblo de Colombia tiene un inmenso reconocimiento" al Gobierno venezolano "por todo el esfuerzo de apoyar este proceso de paz, que no siempre es bien entendido".
En sus breves declaraciones, el jefe de la delegación del ELN manifestó que este proceso de paz que se desarrolla en el momento en que el mundo prima un "ambiente de guerra y de conflictos" y que es un mensaje de que "siempre habrá una vía de solución política a los problemas".
Dijo que hay una "muestra de que existe una convicción por lograr una solución política al conflicto" y que aspira a que lo firmado se cumpla.
Especificó que, a diferencia de otros acercamientos de paz, cada acuerdo firmado se implementa de inmediato, por lo que no se basa en que "nada está acordado hasta que todo está acordado".
El jefe guerrillero dijo que este nuevo proceso había tenido un "salto de calidad" tras la firma del acuerdo del cese al fuego bilateral, que se extenderá por seis meses. Asimismo, destacó la participación de los colombianos en el diálogo.
"Si la sociedad empuja el proceso, tenemos la confianza de que va a avanzar", agregó.
"Venezuela apoya la paz total"
Por su parte, la vicepresidenta venezolana saludó a las delegaciones presentes y se refirió a la importancia de la paz en Colombia, que también lo es para el continente.
Coincidió con la necesidad de establecer medidas de alivio humanitario para las poblaciones más afectadas por las disputas territoriales, y dijo que espera que en esta ronda "se convierta en un objetivo inaplazable y perentorio".
"Venezuela apoya en todas sus posibilidades, sin descanso, la política de 'paz total' de Gustavo Petro, que nos puede llevar por buen camino para una paz duradera", alejada de los "amigos de la guerra".