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Borrell lamenta que el Gobierno español "dependa de alguien a quien le importa un carajo"
El diplomático considera que los resultados electorales del 23 de julio han sido un "parteaguas" que detuvo el "ascenso aparentemente imparable de la derecha extrema".
El representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, lamentó la "paradoja" de que la gobernabilidad de España dependa de "alguien a quien le importa un carajo".
"No soy insensible a la paradoja de que la formación del Gobierno de España dependa de alguien que dice y repite que la gobernabilidad de España le importa un carajo. Y que solo le importa la solución —a su manera, claro— del conflicto entre España y Cataluña", dijo el diplomático en una entrevista al diario El País.
Según algunos medios españoles, las declaraciones de Borrell hacen referencia a los "separatistas" catalanes.
"En mi opinión existe un conflicto entre catalanes, porque Cataluña no es monolítica. Los resultados electorales lo han demostrado", agregó el exministro de Asuntos Exteriores español.
Una democracia parlamentaria "exige pactos", que a su vez "requieren cesiones y compromisos", dijo Borrell, señalando que el problema es crear estructuras "a golpe de coyunturas". "Hemos ido creando estructuras de Estado para resolver coyunturas parlamentarias. Deberíamos concebir el Estado que queremos y cómo deben funcionar las instituciones antes de tener que ceder a la presión del momento. Y a veces haciendo de la necesidad virtud", sostuvo.
El jefe de la diplomacia europea también reconoció que, a pesar de las críticas, el Gobierno de Pedro Sánchez ha cosechado resultados positivos como "la desinflación" de tensiones en Cataluña.
"Recordemos que en 2017 hubo riesgos reales de fragmentación del Estado. Y comparémoslo con la situación actual, con el PSC [Partido de los Socialistas de Cataluña] ayer proscrito y hoy superando en votos a los tres partidos independentistas juntos", señaló.
Por otro lado, Borrell considera que los resultados electorales del 23 de julio han sido un "parteaguas" que detuvo el "ascenso aparentemente imparable de la derecha extrema", y de la tendencia a que las "derechas clásicas y extremas gobiernen en coalición". Así, calificó a España de "contraejemplo" frente a las dinámicas de otros países.
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