Durante la celebración por la victoria de España en la final del Mundial Femenino de fútbol en Australia, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, abrazó y dio un beso en los labios a la futbolista Jenni Hermoso.
El video se hizo tendencia rápidamente en las redes sociales, donde los usuarios comenzaron a cuestionar si el beso había sido consentido y el grado de profesionalismo en el comportamiento de Rubiales. Incluso se viralizó la etiqueta #RubialesDimisión, donde se pedía su renuncia, calificando sus acciones como acosadoras y abusivas.
La polémica se hizo más fuerte cuando se dieron a conocer imágenes de una transmisión en directo en redes sociales, donde, en medio de la celebración de las jugadoras en el vestuario, Hermoso comentó que no le había gustado el beso de Rubiales.
Por su parte, las ministras españolas de Igualdad, Irene Montero, y de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, también se unieron a las críticas hacia Rubiales, tachando el acto como una forma de "violencia sexual".
Sin embargo, la delantera de la selección española afirmó luego en unas declaraciones facilitadas por la RFEF para los medios que fue "un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial". "El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento", expresó tratando de restarle importancia al asunto. "No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud, hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante", agregó.