El Departamento de Estado de EE.UU. aprobó la posible venta a Taiwán, por valor de 500 millones de dólares, de sistemas de búsqueda y seguimiento mediante infrarrojos para aviones de combate F-16, así como de equipos relacionados, a fin de ayudar a la isla a "mantener una capacidad defensiva creíble".
"La venta propuesta de este equipo y su apoyo no alterará el equilibrio militar básico en la región", aseguró el Pentágono este miércoles. Aun así, la medida ayudará a Taiwán a "enfrentar amenazas actuales y futuras, contribuyendo a las capacidades del destinatario para defender su espacio aéreo, proporcionar seguridad regional y aumentar la interoperabilidad con Estados Unidos a través de su programa F-16".
El contratista principal en la transacción sería Lockheed Martin, fabricante del F-16, precisó el Pentágono. Su nuevo sistema de sensores mejoraría la capacidad de los aviones de detectar amenazas en el aire, para de ese modo no ser destruidos de forma rápida en un combate repentino.
La aprobación de la venta por parte del Departamento de Estado no significa, sin embargo, que se haya firmado ya un contrato o que las negociaciones a ese respecto hayan concluido.
Esta semana también se dio a conocer que Taiwán recibirá en 2024 su primer lote de tanques M1A2T Abrams, de EE.UU., según anunció la líder de la isla, Tsai Ing-wen. Los primeros 38 carros de combate serán entregados en 2024. Seguirán 42 en 2025 y otros 28 en 2026.
Se espera que esos tanques aumenten la capacidad de combate y la potencia de fuego del Ejército taiwanés, en particular para la lucha conjunta, al brindarles buena maniobrabilidad y la posibilidad de responder rápidamente a los cambios en el campo de batalla.
Entre tanto, China acusa a EE.UU. de haber convertido a Taiwán en un "depósito de municiones" al proporcionarle ayuda militar multimillonaria. No obstante, aseguran desde el gigante asiático, las acciones de Washington y de "las fuerzas separatistas taiwanesas" no disuadirán la voluntad de Pekín de unificarse con la isla.