La aerolínea estadounidense United Airlines ha acordado pagar 30 millones de dólares a la familia de un joven tetrapléjico que se quedó en estado vegetativo después de que un agente de rampa lo tratara de una manera "agresiva" al ayudarlo a bajar del avión, informa Reuters, citando documentos judiciales.
El incidente sucedió en febrero de 2019 en la ciudad de Monroe, Luisiana, adonde Nathaniel Foster Jr. —quien usaba silla de ruedas y portaba un ventilador y un tubo traqueal para poder respirar— arribó junto con su familia.
Debido a su condición médica, Foster requería de asistencia especial para bajar del avión. Según la denuncia, el agente de rampa asignado por la aerolínea empujó a Foster "agresiva" y "enérgicamente", provocando que su cuerpo se inclinara hacia delante y luego hacia atrás, con los pies arrastrándose por el suelo.
Momentos después, el joven susurró que "no podía respirar", pero el empleado "se rió" y rechazó la ayuda de un cirujano que presenció la escena, asegurando que él mismo se encargaría de todo, relató la madre del joven. Poco después, su hijo sufrió un paro cardíaco.
Ahora, Foster, de 26 años, tiene daños cerebrales "significativos", no puede hablar ni comer alimentos sólidos y se espera que viva hasta los 31 años, frente a los 39 que se estimaba antes del incidente, según los documentos judiciales.
El acuerdo de 30 millones de dólares se alcanzó tras un día de juicio y aún requiere la aprobación del tribunal. Alrededor de 12 millones de dólares de la suma se destinarían al pago de los honorarios de los abogados, y tres millones de dólares cubrirían otros costes. Los demandantes consideran que el acuerdo es "justo y razonable".
"Nuestra máxima prioridad es proporcionar un viaje seguro a todos nuestros clientes […] Nos complace compartir que este asunto se ha resuelto", declaró United Airlines en un comunicado.