Chilenos protestan frente a la casa del exmédico de la Colonia Dignidad en Alemania
Unas cincuenta personas se apostaron este fin de semana en un barrio residencial de Krefeld, en Alemania, para protestar frente a la casa de Hartmut Hopp, director médico de la Colonia Dignidad, un asentamiento en la región del Maule (Chile) que funcionó como centro de detención clandestina durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Los manifestantes, con fotos de sus familiares detenidos-desaparecidos en mano, exigieron el esclarecimiento de los delitos cometidos dentro de la Colonia Dignidad y la reparación de las víctimas, según la reseña de la periodista Ute Löhning, publicada en el portal chileno Interferencia.
50 años en busca de respuestas
"Llevo casi cincuenta años buscando a mi padre y a mi hermano", reclamó Juan Rojas Vásquez, nacido en un poblado cercano a la Colonia Dignidad que actualmente reside en Stuttgart y es ciudadano alemán por naturalización.
Contó que el 13 de octubre de 1973, su padre, Miguel Rojas Rojas, y su hermano Gilberto, aparentemente fueron secuestrados y trasladados a la Colonia, donde presuntamente los asesinaron. Sigue sin saber qué les pasó y dónde están sus cuerpos.
"Hoy estoy aquí porque no quiero morir sin saber qué fue de ellos", dijo Rojas Vásquez. En su criterio, Hopp, quien habría mantenido contacto con los agentes de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) –policía política de la dictadura–, sabría qué le pasó a sus parientes. "Le pido de todo corazón que diga la verdad. Necesito saber cómo y dónde murieron mis familiares para poder despedirme", demandó.
En el tiempo que duró la protesta, Hartmut Hopp no asomó la cabeza. Los asistentes especularon que probablemente ni siquiera estaba en casa.
Alianza con el régimen militar
Desde su fundación, la Colonia Dignidad fue un escenario de crímenes de diversa índole.
El ciudadano alemán Paul Schäfer fungió como director del predio desde su fundación, en 1961, y sometió a una parte de sus habitantes a abusos sexuales continuados. Aunque los casos empezaron a hacerse públicos en 1966, permaneció sin imputación alguna hasta 2004.
Asimismo, tras el advenimiento del régimen militar, Pinochet y los otros miembros de la Junta Militar hallaron en Schäfer a un gran aliado, pues puso la Colonia a disposición de la DINA, cuyos agentes usaron instalaciones subterráneas para torturar y desaparecer a opositores izquierdistas.
En este esquema, Hopp, que hoy tiene 79 años, figuraba como el director del hospital. Relatos de sobrevivientes de los centros clandestinos de detención dan cuenta del rol que jugaban los galenos en los tratos crueles contra los prisioneros: les brindaban atención sanitaria para garantizar que resistieran las torturas el máximo tiempo posible.
El médico era reconocido como la mano derecha de Schäfer, quien falleció en 2010 en una penitenciaría de Santiago mientras cumplía condena por diversos cargos, que incluyen violaciones a los derechos humanos, fraude y estafa.
En 2009 salió a la luz el manual de tortura que se usaba contra los presos políticos dentro de la Colonia. Cuatro años antes se había encontrado un arsenal y tras las indagaciones se concluyó que el lugar, que estuvo cerrado al público hasta 2005, también se usó para fabricar y traficar armas.
Impunidad
Hopp fue sentenciado en Chile a cinco años de cárcel por encubrimiento de abusos sexuales y violaciones contra menores dentro de la Colonia, pero pudo evadir a la Justicia al fugarse hacia Alemania en 2011, donde ha vivido tranquilamente desde entonces.
Al ser ciudadano alemán, no ha procedido su extradición a Chile. Berlín también recusó la solicitud chilena de hacerle cumplir su pena en una cárcel local.
La justicia alemana archivó las causas contra Hopp y otros directivos de la Colonia Dignidad, a pesar de que fue el primer país en el que se interpusieron denuncias formales, en primera instancia por agresiones sexuales contra niños, niñas y adolescentes. Antes de recalar en Chile, Schäfer estaba solicitado en Francia y Alemania por los mismos delitos. Ninguna de las causas prosperó.
A la fecha, no hay ningún juicio en curso asociado a la Colonia Dignidad en el país europeo. Pese a que la Interpol ha emitido alertas de captura internacional en contra de los exjerarcas del asentamiento, estos han encontrado en Alemania un refugio seguro.
Entretanto, en Chile todavía siguen sin resolverse numerosos casos de violaciones a los derechos humanos y desapariciones forzadas durante la dictadura pinochetista, incluyendo los de la Colonia alemana del Maule, para la que no existe ni siquiera un centro de documentación y memoria.
El antiguo emplazamiento está abierto al exterior y se conoce ahora como Villa Baviera, un pueblo de arquitectura alemana donde el turismo y la agricultura constituyen las principales actividades económicas de sus habitantes.