España ha registrado la cifra más baja de nacimientos en la primera mitad del año desde que las autoridades comenzaron a llevar registro, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) español.
Hasta junio, en el país europeo se registró un total de 155.629 nacimientos, un promedio de 864 por día. Esto representa una disminución de casi un 22 % en comparación con el mismo periodo de 2016, cuando se registró una media de 1.107 bebés nacidos cada día.
"La natalidad está de capa caída", señaló en mayo pasado Joaquín Recaño, profesor del Centro de Estudios Demográficos. "La fecundidad va a ir a peor por una cuestión estructural, el número de mujeres en edad fértil ha disminuido y evolucionamos a modelos de familias más reducidas", añadió, detallando que a esta situación se le suma el envejecimiento paulatino y el aumento de la mortalidad por el incremento de personas en edad avanzada.
Según las proyecciones del INE, de mantenerse la actual tendencia demográfica, en 2037 el grupo de edad más numeroso sería el de personas de entre 55 y 64 años. Además, se observa una tendencia creciente de la proporción de personas mayores de 65 años y más hasta 2050.
En cuanto a la fecundidad, España es uno de los países con la menor tasa en Europa y el mundo, ubicándose solo por delante de China, Malta y Singapur, con 1,3 hijos por mujer. Esta cifra está muy lejos de la tasa global de fecundidad media de 2,3, según el informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) sobre el estado de la población mundial 2023.
¿Cuáles son los motivos de la baja fecundidad?
Los resultados de una encuesta realizada por la INE en 2018 develaron que el bajo porcentaje de fecundidad está relacionado con la situación laboral de la mujer, ya que las que tienen trabajo tienen menos hijos. Por su parte, las mujeres en situación de inactividad laboral son las que más hijos tienen.
Otro de los factores es la educación, dado que conforme aumenta el nivel educativo se retrasa la edad de maternidad. Asimismo, la conciliación de la vida familiar, razones económicas, no tener pareja y simplemente no querer ser madre, se unen a la lista de las diferentes razones de una menor fecundidad en la población.
Consecuencias
Un bajo porcentaje en la natalidad influye en la economía del país, ya que supone un efecto directo en el sistema de pensiones que presentan déficit de solvencia, indica el Instituto de Política Familia.
Por otro lado, el UNFPA señala que pese a que existe el temor de que la población sea demasiado baja como para sostener la economía, esto no llevaría a una catástrofe porque se trata de una "transición demográfica".