Lee Jae-myung, líder del mayor partido opositor de Corea del Sur, inició este jueves una huelga de hambre como forma de protesta contra las políticas del Gobierno surcoreano, en particular, por la postura "regresiva" ante el vertido de agua radiactiva de la central nuclear de Fukushima por parte de Japón.
El político opositor también ha criticado la mala gestión económica, la política divisoria y amenazas a la libertad de prensa por parte del Ejecutivo, así como la falta de rendición de cuentas por la estampida que dejó 153 muertos en Itaewon el pasado mes de octubre.
"Impediremos la destrucción de la democracia con la determinación de la vida o la muerte. Como último recurso, iniciaré un ayuno indefinido a partir de hoy", dijo Jae-myung. Además, lamentó que su país se haya convertido en "cómplice" del "terrorismo japonés de vertido de aguas residuales nucleares". Según el político, la decisión de Tokio representa una amenaza a la seguridad alimentaria de la población.
Por otro lado, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha calificado a los críticos del vertido de agua de Fukushima como "gente que afirma que uno más uno es igual a cien". La aprobación de la gestión del mandatario se sitúa por debajo del 30 %, según una encuesta de Gallup citada por la agencia Yonhap.
"Corea del Sur se desmorona ante el abandono del pueblo por parte del régimen. Las pequeñas empresas y los autónomos se han convertido en los nuevos pobres, mientras los trabajadores irregulares apenas pueden pagar los intereses de su duro trabajo", aseguró el líder opositor.