La inflación en Alemania ha disminuido menos de lo esperado mientras su economía, considerada la más grande en Europa, atraviesa un "periodo de debilidad", según datos provisionales de la Oficina Federal de Estadística (Destatis) alemana publicados este miércoles.
El Índice de Precios de Consumo armonizado (IPCA) —que estima el consumo interno en una nación— ha aumentado un 6,4 % este agosto respecto al mismo periodo de 2022.
Este indicador, que además se utiliza para medir la inflación en el contexto de comparaciones internacionales, excede los pronósticos de los economistas que estimaban en 6,3 %, informa Bloomberg.
Asimismo, el Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 6,1 % este mes respecto a agosto del año anterior, lo que implica que este periodo cerraría con una inflación del 6,1 % y esto, a su vez, significaría una escasa reducción en comparación con julio, cuando la inflación fue del 6,2 %.
Una economía en aprietos
Según Destatis, los precios de los alimentos siguieron mostrando un crecimiento superior a la media (9,0 %) este mes en comparación con el mismo periodo del año pasado. Además, el aumento interanual de los precios de la energía, del 8,3 %, fue superior a la tasa de variación del índice general.
Entre abril y junio de 2023, se registró un fuerte crecimiento de los precios de alimentos procesados (cereales y bebidas), de los bienes industriales no energéticos y servicios.
Por su parte, el Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima de Alemania reveló en un reciente informe que los precios del gas seguirán elevados durante varios años.
A su vez, el banco central del país comunicó que "la economía alemana sigue atravesando un periodo de debilidad". Entre los factores que empeoran la situación económica destacan una baja demanda externa y mayores costes de financiación.