Lee Jae-myung, líder del mayor partido opositor de Corea del Sur, anunció este domingo que enviará cartas a los líderes de los 87 Estados que forman parte del Convenio sobre la prevención de la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias (Convenio de Londres), expresándoles su preocupación por la decisión de Japón para verter agua contaminada de Fukushima y pedir su colaboración para detenerlo, informa Yonhap.
"La comunidad internacional debe intervenir para corregir la clara violación de las leyes internacionales por parte de Japón", declaró Lee Jae-myung, líder del opositor Partido Demócrata, durante una rueda de prensa en la Asamblea Nacional.
Lee, que lleva en huelga de hambre en la Asamblea Nacional desde este jueves, afirmó que el vertido de agua radiactiva procedente de la central nuclear es contrario al Convenio de Londres de 1975, que tiene como objetivo fomentar el control eficaz de todas las fuentes de contaminación marina.
También criticó al gobernante Partido del Poder Popular surcoreano por cambiar el término de "agua contaminada" de Fukushima a "agua contaminada tratada". "Imponer al público una fe ciega en el agua contaminada nuclear es la propaganda más acientífica y manipuladora", dijo Lee. "El Partido Demócrata, que tiene la mayoría en la Asamblea Nacional, hará todo lo posible para garantizar la seguridad de la gente", aseguró.
La formación política opositora también tiene previsto enviar delegaciones a organismos internacionales, entre ellos el Comité de Derechos Humanos de la ONU y el Organismo Internacional de Energía Atómica, así como organizar una conferencia internacional con grupos de expertos de EE.UU., China y Japón para debatir el vertido de agua radiactiva.
Las autoridades de Japón comenzaron a verter la semana pasada al océano Pacífico alrededor de un millón de toneladas de aguas residuales contaminadas, que fueron almacenadas en 1.000 tanques de acero en las instalaciones de la central nuclear de Fukushima.
Aunque el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS, por sus siglas en inglés) reduce la contaminación radiactiva del agua, el tratamiento actualmente no puede eliminar la presencia de tritio. Esto ha provocado una fuerte oposición tanto por parte de los sindicatos de pescadores de la región como de varios países vecinos.