Las Fuerzas Armadas de Ucrania han perdido más de 66.000 soldados y más de 7.600 unidades de armamento desde que lanzaron su ofensiva a principios de junio, comunicó este martes el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú.
Según el alto funcionario, "el régimen de Kiev, a pesar de las colosales pérdidas, ya lleva tres meses intentando realizar la llamada contraofensiva. Las Fuerzas Armadas de Ucrania no lograron sus objetivos en ninguna de las direcciones".
Sin embargo, los soldados no pueden detener la operación, ya que "los dirigentes ucranianos están tratando desesperadamente de demostrar a los patrocinadores occidentales al menos algo de éxito" en el campo de batalla con el fin de seguir obteniendo ayuda militar. Pero tales actos únicamente prolongan las hostilidades, señaló Shoigú.
El ministro detalló que la situación más tensa se registra en la región de Zaporozhie, donde las fuerzas ucranianas desplegaron brigadas de sus reservas estratégicas, cuyos integrantes fueron entrenados "bajo la dirección de los instructores occidentales".
Al mismo tiempo, destacó que, mientras las Fuerzas Armadas de Rusia eliminan la infraestructura militar ucraniana, los combatientes de Kiev atacan "objetivos civiles y promocionan esos ataques terroristas como victorias militares".
Shoigú concluyó su discurso precisando, que a lo largo del último mes, las fuerzas rusas derribaron 159 cohetes HIMARS, más de 1.000 vehículos aéreos no tripulados y 13 misiles de crucero.