Arévalo y Giammattei inician la transición de poder en Guatemala en medio de protestas

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, participó del encuentro.

El presidente en funciones de Guatemala, Alejandro Giammattei, y el mandatario electo, Bernardo Arévalo, se reunieron por primera vez para comenzar la transición que culminará el próximo 14 de enero, cuando asuma el nuevo Gobierno.

La cita se llevó a cabo el lunes, en medio del clima de tensión que ha rodeado al proceso electoral, ya que miles de personas realizaron protestas para exigir la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, a quien Arévalo ha acusado de querer concretar un golpe de Estado para impedir la asunción.

Debido a estos temores, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, viajó a Guatemala junto con un grupo de observadores y participó del primer encuentro entre Giammattei y Arévalo.

Almagro ya había advertido que, para la OEA, cualquier cosa que no sea que Arévalo asuma como presidente legítimo de Guatemala, "sería un fracaso de la democracia".

Giammattei, por su parte, se comprometió a que la transición se llevará a cabo de manera ordenada. "Se va a respetar a voluntad soberana del pueblo de Guatemala (…) a partir de hoy se abre un proceso de transición ordenado, transparente y eficiente, único en la historia", prometió el mandatario saliente.

Temores

Al término del encuentro realizado en la Casa Presidencial, Arévalo ofreció una conferencia de prensa en la que explicó los alcances de los acuerdos con Giammattei.

"Le hicimos ver que esperábamos que el camino que se está iniciando sea un camino de trabajo real para intercambiar información tendiente a la entrega del poder", señaló.

También destacó que el proceso estará a cargo de la vicepresidenta electa, Karin Herrera, y que lo más importante es que las instituciones sigan trabajando más allá de los cambios.

En particular, reveló que le había explicado a Giammattei la importancia que tendrá su papel para que desaparezca el "asalto ilegal" del que ha sido víctima el Movimiento Semilla desde que pasó a la segunda vuelta. La formación política que abanderó a Arévalo ha sido objeto de denuncias e investigaciones con las que se intentó impedir, sin éxito, su participación en los comicios.

Arévalo, quien el pasado viernes denunció que había "un golpe de estado en marcha" para impedirle tomar posesión, reiteró que desde diversos sectores Poder Judicial se intenta "subvertir el orden constitucional y burlar la voluntad popular", lo que explica las protestas que se realizaron en las calles mientras se reunía con Giammattei.

En esa línea, aseveró: "Son manifestaciones que se han conducido en estricto ejercicio de los derechos de manifestación que están consignados en la Constitución, que se han desarrollado pacíficamente y que han manifestado el malestar popular y el rechazo que existe ante este tipo de acciones".