La falta de consenso para una declaración antecede el 50 aniversario de golpe de Estado en Chile

La oposición se resiste a firmar un documento que condena a las violaciones a los derechos humanos que cometió la dictadura.

La conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile se realizará en medio de una fuerte polémica provocada por las infructuosas negociaciones que encabeza el presidente Gabriel Boric para que todos los partidos firmen el "Compromiso de Santiago", un documento que defiende el sistema democrático.

A cinco días de los eventos que recordarán el 11 de septiembre de 1973, cuando Allende fue derrocado en uno de los capítulos más violentos de la historia de este país, Boric ya se reunió con sus antecesores Ricardo Lagos, Sebastián Piñera y Michelle Bachelet en aras de promover un consenso político. Antes del fin de semana visitará también a Eduardo Frei.

El encuentro con Piñera tuvo un cariz especial ya que es quien más podría influir para que la oposición de derecha y ultraderecha acepte sumarse a un pronunciamiento conjunto que condene las violaciones a los derechos humanos que se cometieron durante los 17 años de la dictadura que encabezó Augusto Pinochet.

Sin embargo, la intervención del expresidente ha sido inútil, ya que la oposición se niega a firmar el documento ya que consideran que Boric utiliza un "tono de confrontación" que "promueve divisiones".

El "Compromiso de Santiago" establece el cuidado y la defensa de la democracia, condena la violencia y promueve el respeto incondicional de los derechos humanos y el fortalecimiento de los espacios de colaboración entre Estados.

También recuerda que "el quiebre violento de la democracia en Chile" le costó la vida, la dignidad y la libertad a chilenos y extranjeros y convoca a sellar un compromiso para cuidar y defender la democracia y respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho.

"Queremos preservar y proteger esos principios civilizatorios de las amenazas autoritarias, de la intolerancia y del menosprecio por la opinión del otro", señala.

Divisiones

Inconformes con esta propuesta, los partidos que integran Chile Vamos, la principal coalición opositora, dieron a conocer el martes una declaración en la que usan el término "quiebre de la democracia", no "golpe de Estado", y explican que el 11 de septiembre de 1973 culminó una profunda fractura social que afectó gravemente la convivencia.

"Invitamos a todas las personas que aman a Chile a trabajar unidos por nuestro porvenir, sin pretender imponer verdades únicas, acogiendo con empatía el dolor de quienes han sufrido", señalan en un documento en el que invitan a Boric a promover "un mensaje convocante".

Luego establecen siete compromisos con la democracia para "usar siempre los mecanismos institucionales como medio para resolver nuestras diferencias"; y con la Constitución, las leyes y los derechos humanos, "propiciando su protección y respeto irrestricto en toda circunstancia y oportunidad".

Además, según el documento, apuestan a la paz y la buena convivencia, "condenando toda expresión, movimiento o llamado que se valga de la violencia o el terrorismo para la promoción de sus ideas o el logro de sus objetivos"; la promoción de la dignidad humana en todas sus formas y la libertad de pensamiento y de expresión; y de la seguridad del país y su población.

Invitados

En medio de las negociaciones que todavía lleva a cabo Boric para lograr un consenso nacional, el Gobierno confirmó que los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Colombia, Gustavo Petro; México, Andrés Manuel López Obrador; y Uruguay, Luis Lacalle Pou, así como el primer ministro de Portugal, António Costa, viajarán al país para participar de la conmemoración que se llevará a cabo en el Palacio de La Moneda.

También está confirmada la visita de los expresidentes de Colombia, Juan Manuel Santos y Ernesto Samper; de Costa Rica, Laura Chinchilla; de España, Felipe González; y de Uruguay, José Mujica; así como el presidente del Consejo Federal de Alemania, Peter Tschentscher; la expresidenta de Finlandia, Tarja Halonen; y el expresidente del Consejo de ministros de Italia, Massimo D’Alema.

Mientras tanto, una encuesta reveló que a la mayoría de la población no le importa la conmemoración del golpe de Estado.

De acuerdo con el estudio de la consultora Pulso Ciudadano, el 56,5 % está "nada" o "poco interesado" en el evento, mientras que solo al 25,8 % le importa en algún grado.

Además, un 70,1 % considera que la conmemoración divide a los chilenos, y solo un 42 % está en desacuerdo con que se haya sido derrocado un Gobierno democráticamente electo. Por el contrario, un 32,8 % avala el golpe de Pinochet y un 30,2 % considera que, incluso, fue positivo para Chile.