La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) lanzó este jueves su módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna (SLIM, por sus siglas en inglés) desde el Centro Espacial Tanegashima, en el sur del país.
Luego de varios aplazamientos debido a condiciones meteorológicas adversas, la sonda partió a bordo de un cohete de combustión líquida H-IIA y está programado que aterrice en el satélite terrestre en un lapso de cuatro a seis meses.
En caso de que la misión tenga éxito, Japón se convertirá en el quinto país en colocar un aparato en la Luna, detrás de la Unión Soviética, EE.UU., China e India.
El módulo de aterrizaje mide 2,4 metros de alto, 2,7 metros de ancho y 1,7 metros de largo. Está dotado con tecnología avanzada de navegación para poner en práctica técnicas de aterrizaje de alta precisión y detección de obstáculos para los futuros programas de exploración lunar y planetaria. También se espera que estudie minerales y otros elementos en la superficie, explica el periódico The Japan Times.
"Al crear el módulo de aterrizaje SLIM, los humanos daremos un giro cualitativo hacia la posibilidad de aterrizar donde queramos y no solo donde sea fácil, como ocurría antes", afirma la JAXA, agregando que dicha capacidad también ayudará a acelerar el estudio de la Luna y los planetas utilizando sistemas de exploración más ligeros.
Junto con SLIM fue lanzado el satélite de imágenes avanzadas XRISM, equipado con tecnologías de espectroscopía de imágenes de rayos X de última generación, para estudiar el plasma en estrellas y cúmulos de galaxias. Se espera que arroje luz sobre los orígenes del universo y ayude a entender cómo evolucionaron las estructuras más grandes del universo y cómo se forman las galaxias, entre otros.
Últimas misiones lunares
El 23 de agosto, India posó con éxito en el polo sur de la Luna el módulo de alunizaje Chandrayaan-3, convirtiéndose en el primer país en lograr esta hazaña histórica. En general, la India se convirtió en el cuarto país (después de EE.UU., China y Rusia) en posar con éxito una nave en la superficie de la Luna.
El módulo mide aproximadamente 2 metros de altura y pesa alrededor de 1.700 kilogramos. Se espera que Chandrayaan-3 realice una serie de experimentos científicos orientados al estudio de la composición mineral del suelo lunar.
Por otra parte, el 11 de agosto, Rusia lanzó su módulo espacial Luna-25 con destino al polo sur de la Luna. Cinco días después el aparato entró en la órbita del satélite natural de la Tierra y estaba previsto que alunizara en el polo sur del satélite el 21 de agosto. Sin embargo, colisionó con la superficie lunar, en el borde interior del cráter Pontécoulant, a unos 400 kilómetros del punto de alunizaje previsto.
Tras conocerse la pérdida de la misión, el director general de la agencia espacial Roscosmos, Yuri Borísov, declaró que el sistema de propulsión del módulo de aterrizaje automático funcionó más tiempo de lo programado durante la etapa de corrección de la órbita. Según Borísov, este fallo fue la principal causa del siniestro del dispositivo. El propósito de la misión era poner en práctica una tecnología de alunizaje suave y probar la presencia de agua congelada que podría albergar vida en la superficie de la Luna.